Ni Todo el Dinero del Mundo

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Surcando los cielos Lan Wangji voló en espada tan rápido como la más velos ave en dirección a Lotus Pier, solo llevaba con él el brazalete de su madre, su espada, un puño de talismanes en blanco y un pequeño monedero repleto de taels de oro y plata. El amanecer cayó sobre él y a pesar de que el sol naciente incandilaba su visión no quiso detener su vuelo, voló bajo casi tocando la copa de los árboles con la esperanza de encontrar a Wei Wuxian en el trayecto y suplicarle de rodillas si fuera necesario que volviera a Gusu con él, más de una vez las ramas golpearon sus pies por su distracción, cada que veía cualquier movimiento entre las malezas bajaba gritando el nombre de nacimiento de Wei Wuxian para solo decepcionarse al ver que solo se trataba de lobos, zorros u otras bestias del bosque.

Al caer el alba su cansancio era extremo, no había comido nada en más de un día entero, tampoco había bebido nada, se vió obligado a desviar el vuelo para buscar un manantial y acampar a su lado, se deshizo de la tunica exterior poniéndola a un lado, igual a Bichen, arremangando sus pantalones trató de pescar pero las lágrimas no dejaban de salir por sus ojos y su visión se hizo borrosa, el sonido del agua le recordaba a sus citas junto a la cascada con Wei Wuxian, se quedó mirando un par de arañazos en uno de sus brazos hechos durante el sexo con él y deseó que no sanaran nunca, ahora eran lo único que tenía de él. Ningún pez fue atravesado por su improvisado arpón, así que solo bebió agua y cayó rendido a la orilla del manantial.

El cansancio lo llevó a soñar con Wei Wuxian, mezclando todos los momentos en dónde estuvo cerca de él, cuerpo contra cuerpo, primero cuando lo salvó de la flecha del junior y susurró "Lan Zhan" en su oído, después cuando lo atacó en la madrugada paralizandolo, escuchó en sus sueños los suaves suspiros de Wei Wuxian, sus visiones lo llevaron a verlo semi vestido con la tunica de su secta y la lencería nupcial asomándose discretamente y por último soñó todo lo que hicieron cuando por fin pudo poseer su sensual y dulce cuerpo, pero ese sueño se volvió pesadilla, en un segundo estaba viendo al loto sentado y brincando sobre su pelvis con una placentera sonrisa y al otro segundo lo vio en esa misma posición pero con una túnica purpura desgarrada, llorando en el piso, gritando de irá, un segundo después vió los ojos plateados inyectados en sangre mirandolo con odio, empuñando a Suibian contra su pecho.

-Wei Ying, lo siento, yo te amo-

-Largate antes de que te mate maldito-

En su sueño está vez Suibian si atravesó su pecho, a pesar de estar dormido sintió claramente un terrible dolor en el pecho y olor a sangre.

Despertó de golpe y se encontró con unos ojos enormes y profundos, unos afilados colmillos y un oscuro y espeso pelaje, además un olor nauseabundo a putrefaccion. Un enorme lobo negro estaba amenazante con las patas delanteras sobre el pecho de Lan Wangji. Lentamente estiró su brazo buscando a Bichen en su cintura, pero olvidó que se la quitó antes de entrar al agua, Bichen estaba recargada en un árbol muy lejos de su alcance, sin saber que hacer solo se quedó muy quieto, el lobo era tan pesado que sentía que rompería sus costillas y no podía respirar, en un momento el lobo alzó la cabeza y aulló tan alto que el sonido retumbó en cada árbol y roca. Lan Wangji aprovechó esto para dar un fuerte golpe en el estómago del lobo y sacarselo de encima, se puso de pie de inmediato y uso poder espiritual para llamar remotamente a Bichen, la tomó con fuerza por la empuñadura y la apuntó al lobo, pero en ese momento escuchó gruñidos a sus espaldas, una jauría de lobos lo tenía rodeado, toda la manada escuchó el aullido y vinieron por su parte de la presa. Enormes y afilados colmillos se asomaban por los hocicos babeantes de los lobos amenazando con ellos a Lan Wangji.

El lobo alfa, más grande y más robusto que todos abrió paso hasta quedar al frente y de pronto saltó sobre Lan Wangji pero este lo repelió de un solo golpe con su espada, al ver esto el resto de los lobos se lanzaron contra el jade, estocadas y mordidas fueron intercambiadas, la habilidad con la espada y el poderoso filo de Bichen no fueron suficientes está vez, Lan Wangji no estaba en sus mejores condiciones y eran demasiados lobos. Recibió mordida severas en brazos y piernas antes de acabar por completo con la jauría, sus blancas ropas fueron teñidas de rojo. Una vez que acabó con el último lobo cayó desmayado en medio del bosque.

No soy un manga cortadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora