No soy un manga cortada

Sin Anestesia

Lan Wangji tosió y trató de sentarse, una ardorosa punzada lo hizo reprimir un grito.

—Despertaste— dijo Wei Wuxian sonriendo y con lágrimas

—No trates de levantarte, estás gravemente herido— ordenó Wen Qing

—Wei Ying...— murmuró Lan Wangji volteando sus ojos en dirección a la cara de Wei Wuxian

El loto aún tenía la cabeza del jade recargada en su regazo, la tomó con ambas manos. Wen Qing preguntó

—Lan Wangji ¿conoces la historia?—

—Mnh... Todos los Lan la conocen, pero creímos que era una leyenda— dijo tratando de acomodar su cuerpo

—No te esfuerces, la medica dice que te vas a recuperar—

—En algunos días— aclaró la chica

—Somos prisioneros mientras tanto— se lamentó Wei Wuxian

—¿Cuántos días?— preguntó Lan Wangji

—Al menos diez— dijo Wen Qing

Se escuchó ruido fuera de la celda, un sirviente Wen venía de nuevo con un par de frasadas.

—¿A-Qing...?— la llamó cariñosamente

—A-Xio, por aquí— dijo la chica sacando una mano por los barrotes

—¡A-Qing! ¿Que está pasando? ¿Ahora eres una prisionera también? Hay un enorme alboroto arriba, Wen Rouhan está enfurecido y también Wen Xu, nadie ha visto a Wen Chao en varias horas—

—A-Xio, los planes de su exelencia acaban de cambiar—

—Eso significa que... ¿Estamos salvados?—

—No, solo se pospuso nuestra muerte, pero... Ahora tenemos una vaga esperanza de sobrevivir—

—Ayudaré en lo que sea, solo dimelo— aseguró el sirviente

—¿Quien queda arriba? ¿Cuántos?—

—¿Te refieres a los invitados? No más de una docena y todos son de sectas pequeñas, el resto se fue, su exelencia está furioso—

—Lo suponía, ahora tendrá que cazar a uno por uno, no tiene tanto tiempo, no vivirá para verlos a todos en su ejército—

—Eso es bueno A-Qing—

—Ven cuando puedas, dame noticias, trazaré un plan—

—Mnh... Toma, les traje unas frazadas, solo pude traer dos... Ya debo irme, si se dan cuenta de que bajé me matarán— le dió las frazadas a la chica

—De acuerdo, te veré mañana, su exelencia va a necesitar acupuntura pronto—

El chico hizo una reverencia y se fue.

—Solo tenemos dos, por supuesto una es para A-Yuan, hace mucho que no sabe lo que es dormir tibio— le dió una sola frazada a Wei Wuxian

Wen Qing se sentó entre Wen Yuan y Wen Ning, recargó sus cabezas en ella y los cubrió. Wei Wuxian extendió la frazada y cubrió a Lan Wangji.

—No... Cubrete tu—

—No es necesario, he dormido en lugares más fríos que este, además estás herido—

—Podriamos... Compartirla—

—¡No!— dijo Wei Wuxian indignado

Lan Wangji estaba confundido, hacía unas horas le había dicho te amo, y ahora actuaba tan distante. El de Gusu hizo un muy ligero puchero y se resignó.