Anhelo

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El día empezó con un hermoso amanecer junto al lago, Wei Wuxian despertó apenas el primer rayo de sol salió, y encontró a Lan Wangji sentado ya vistiendo su ropa limpia observando el lago con las rodillas contra su pecho. Los primeros rayos del sol en la nivea cara de Lan Wangji lo hacían ver cómo un verdadero jade, perfecto. Pero su expresión era triste.

—¿Lan Zhan? ¿Te encuentras bien?—

—Mnh, buenos días Wei Ying—

—Buenos días— dijo sonriendo

No recibió más respuesta, ni siquiera una mirada.

—¿Tienes hambre? Aún hay nabos y zanahorias—

El jade negó con la cabeza

—Hmmm... ¿Que tanto miras en el agua? Te gustaría otro baño ¿No es cierto?— le dijo en tono juguetón

—No, los lagos no me gustan—

—¿No? ¿Por qué no? A mí me recuerdan a casa ¿No tienes recuerdos en los lagos de Gusu? Tal vez jugando con tu hermano—

El jade cerró los ojos un momento, un flashback de recuerdos dolorosos en los lagos lo abrumó, la primera vez que Wei Wuxian lo invitó a jugar en el agua y la ruda manera en que lo rechazó, la cascada en la que lo besaba noche tras noche antes de ser un cobarde y pronunciar otro nombre en la ceremonia de selección, la vez que casi se ahoga en Yunmeng y por último el de la noche anterior, haber sido rechazado una vez más le dolía más de lo que podía demostrar.

—Nunca jugué con Huan en un lago, deberíamos irnos ahora— dijo levantándose casi sin dificultad

—Pero... A-Yuan está dormido aún, no hemos desayunado—

—Tengo malos presentimientos, debemos movernos, llevaré a A-Yuan dormido y comeremos caminando—

—No, lo llevaré yo, no debes cargarlo—

Claramente no era la mañana que Wei Wuxian esperaba, mientras que para Lan Wangji lo que pasó la noche anterior había sido muy doloroso, para Wei Wuxian había sido muy excitante, está mañana veía al de Gusu de otra manera, lo que había quedado inconcluso le estaba molestando, hacia cosquillas en su entrepierna y en su mente. El loto levantó a Wen Yuan dormido del piso, aún envuelto en la frazada, juntó los vegetales que quedaban y se los pasó a Lan Wangji, su mano rozó los dedos del más alto y sintió una corriente eléctrica que llegaba a sus rodillas haciéndolas temblar, sin querer se sonrojó, giró la cara del lado contrario, le daba vergüenza que Lan Wangji lo viera así, como cuando era un adolescente estudiando en CloudResses. Sin embargo el ojimiel no se percató, está mañana trataba de concentrar su atención en lo que fuera, menos en Wei Wuxian o rompería en llanto y este no era el momento para ponerse sensible.

Lan Wangji caminó detrás de Wei Wuxian, mientras el menor daba una que otra mordida a los vegetales volteaba de reojo a observar a Lan Wangji, pero él nunca correspondía la mirada, ni siquiera tomaba bocado, solamente sostenía un par de zanahorias en las manos, estrujandolas de vez en cuando.

—Lan Zhan ¿Estas bien?—

—Mnh— apenas y levantó la vista pero sin hacer contacto visual

—¿No comeras?—

—No—

A punto estaba de protestar por la respuesta cuando Wen Yuan asomó la cara de entre la frazada en un gran bostezo. Tallando sus ojos

—Buenos días Wei Qianbei—

—Buenos días cariño, parece que has dormido bien—

—Si, muy bien, quiero caminar ¿Me bajas?—

No soy un manga cortadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora