Un gutural y estruendoso rugido salió de la garganta de Wen Chao, esos sonidos no eran humanos. De su cuello subían gruesas venas negras, había ausencia de pupilas en sus ojos y su cabeza estaba fuera del centro de su cuello. Estaba desnudo y sostenía su espada en la mano.
En una esquina del calabozo Wen Qing estaba aferrada a su hermano y el pequeño Wen Yuan.
—Tengo miedo— lloró Wen Yuan
—Yo estoy aquí cariño, todo esto se va a acabar pronto ¿Si? Vamos a reencontrarnos en la siguiente vida—
—JieJie...— sollozó Wen Ning —Gra...Gracias...—
—Les fallé— lloró Wen Qing
Wei Wuxian metió al bebé Jin Ling al cruce de su túnica sobre su pecho, sacó a Chenqing de su manga y entonó una poderosa melodía, tratando de controlar al mounstro delante de ellos, pero el actuar de Wen Chao no cambió, su actitud seguía siendo amenazante. Wei Wuxian profundizó los agudos de su música pero Wen Chao comenzó a dar golpes con su espada desde donde estaba.
—¿Que sucede? ¿Porqué no puedes controlarlo?— preguntó Lan Wangji
—No lo sé, simplemente no puedo—
Wei Wuxian se dió por vencido con Chenqing, la guardó y tomó la empuñadura de su espada. Lan Wangji lo miró de reojo, vió a su Bichen en la cintura de Wei Wuxian y se la arrebató, empujó con fuerza a Wei Wuxian hacia atrás y le dijo
—¡Vayanse!—
—¿Te volviste loco? Estás herido—
—No dejaré que te lastime, vete ahora, salva a tu ShiZi—
—¡Moriras!—
—Que así sea— susurró Lan Wangji antes de arremeter contra Wen Chao —Pagaré con mi vida el daño que te hice—
—¡Lan Wangji!—
—¡Dije que se vayan!—
Una desventajosa lucha estalló entre el jade y el mounstro Wen, la fuerza del cadáver era descomunal aunque sus movimientos no era muy ágiles. El Lan estaba lastimado después de la tortura de la que fue víctima. Wei Wuxian miró su espada dispuesto a arremeter también, pero es ese momento el pequeño Jin Ling lloró, Wei Wuxian no quería irse, pero tampoco quería arriesgar a su sobrino a una muerte a tan corta edad.
—¡Wei Ying! Sácalos a todos de aquí... Si se quedan, todos terminarán cómo Wen Chao en unas horas— advirtió Lan Wangji en medio de su lucha
Wei Wuxian se alarmó, no entendía a qué se refería Lan Wangji, pero sería ilógico pedir explicaciones ahora. Envolvió a Jin Ling con sus brazos y corrió a la salida. Antes de irse
—Lan Zhan... Yo...— las palabras se le atoraron y salió del calabozo —Yo también te amo— dijo llorando mientras corría por los pasillos
Lan Wangji sintió esas palabras hasta el fondo de su alma, pero no había tiempo de detenerse, Wen Chao era incansable.
Varios minutos de pelea pasaron en dónde Wen Chao no recibía ningún daño. Lan Wangji ya no podía más pero debía ganar tanto tiempo como fuera posible. Se defendía más de lo que atacaba, nunca se había enfrentado a un cadáver feroz tan poderoso.
Wen Chao asestó algunos golpes en Lan Wangji provocando heridas que sangraban. Lan Wangji no podía más. Cerró los ojos exhausto y de pronto escuchó un "no te rindas" en su mente, el mismo de sus sueños. Abrió los ojos y puso una expresión feroz. Reunió toda su fuerza y corrió con su espada por el frente hacia Wen Chao. En un afortunado movimiento logró clavar su espada en el corazón de Wen Chao quien rugió de dolor. El cadáver movió su espada hacia adelante antes de tambalearse hacia atrás muy cerca del borde de la fosa de pirañas. Lan Wangji sintió un terrible ardor en un costado. Volteó a su abdomen y vió la espada de Wen Chao clavada en su vientre hasta la mitad, la punta salía por la espalda. De su boca salió una bocanada de sangre y antes de caer al suelo dió una última y fuerte patada a Wen Chao que lo hizo caer a la fosa de pirañas. El cadáver fue devorado por los peces.
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No soy un manga cortada
FanfictionLan Wangji se ha sentido atraído por Wei Wuxian por años, pero se niega a reconocer sus preferencias. Debera recurrir a toda clase de estrategias para evitar sucumbir ante la belleza y sensualidad del loto. Esta historia no tiene nada que ver con la...