No soy un manga cortada

Lotus Pier Manchado en Sangre

El tintineo de llaves contra una espada se escuchó en el pasillo, los sonoros pasos de un hombre pesado que se acercaba a la celda.

—¡A-Qing! Es él, el guardia viene, debo irme o me matarán—

—¡No! ¡Espera!...— la chica apretó los ojos frustrada y pensó por un segundo — El plan no se cayó, solo cambió, ve a la habitación de Wen Xu, roba las espadas de Lan Wangji y Wei Wuxian, traelas y escondete—

Wei Wuxian y Lan Wangji estaban dando pasos al rededor de la celda y  volvieron a la camilla de inmediato.

—Wen Qing— murmuró Wei Wuxian —¿Cómo que cambió? ¿Que haremos ahora?— dijo desesperado

—Ssshhh, actúen como siempre— ordenó mientras Wen Xio salía corriendo al lado contrario

El guardia llegó con su amenazante semblante, abrió la reja y dijo

—Vamos, no pierdas tiempo—

Wen Qing actuó serena y siguió al guardia como siempre lo hacía, dejando en la celda a los tres chico y al niño angustiados e intrigados.

El de Yunmeng presionó su pecho con fuerza y dos lágrimas rodaron por su cara

—ShiDi, ShiJie...— murmuró con angustia

Lan Wangji pasó el torso de su mano por una la mejillas del menor y lo reconfortandolo

—No llores, no estés triste, yo... Estoy seguro que ellos están bien—

En la habitación del líder Wen, la médica temblaba por dentro, Wen Rouhan la miró con desprecio y dijo

—Mi tiempo se agota, ni siquiera tus medicinas me sirven del todo ahora, pero, si me ayudas a sobrevivir lo suficiente, te perdonaré y a tu DiDi—

Wen Qing lo miró angustiada

—¿Perdonarnos?—

—Los liberaré, podrán irse a donde quieran, no me interesa, si me ayudas... Tienes mi palabra—

—¿Que hay de A-Yuan?—

—Puedes llevártelo contigo—

Wen Qing mordió su labio inferior, sus manos temblaron y tuvo que hacer un esfuerzo para no echarse a llorar.

—Si... Si usted me da su palabra... Si me garantiza que nosotros tres estaremos a salvo, haré lo que me pida—

—La tienes, dame mis remedios, ponme acupuntura y... Prepara un botiquín para mí y para el segundo Maestro Lan, llegó la hora—

La chica puso algunos medicamentos en una caja pequeña de madera, después suministró píldoras y brebajes a Wen Rouhan, puso algunas agujas en su coronilla y otras a lo largo de su espina.

—Has tomado una buena decisión muchacha— dijo antes de cerrar los ojos

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*Lotus Pier*

Jiang Cheng estaba parado frente a la puerta principal, tenía su espada a la cintura y una bolsa de tela en la espalda, dió unos pasos hacia delante, pero una firme mano tiró de él hacia atrás.

—¿A dónde pretendes ir?—

—Muqìn...yo...—

—¿Y bien?— dijo la mujer levantando una ceja con una expresión amenazante

El chico cerró los ojos, respiró profundo y dijo

—Muqìn, yo cometí un error, no debí dejarlo solo, me arrepiento cada día por ello, pensé que si pasaban tres o cuatro días y él volvía entonces todo estaría bien, pero ya pasó más de una semana y él no vuelve, yo... No puedo esperar más, iré por él, no estoy esperando que lo entiendas, solo espero que no me lo impidas—