Una Majestuosa Montaña

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Wei Wuxian dió un brinco para ponerse de pie, cerró su túnica sobre su cintura, tomó la de Lan Wangji y sus pantalones que se puso renqueando mientras se acercaba a la ventana por dónde el jade miraba el caos.

—Oh No... Lan Zhan... Lan Zhan— dijo tirando del brazo de su pareja —¡A-Yuan, está solo, está adentro!— gritó angustiado

Lan Wangji ató sus pantalones de nuevo y tomó la túnica que Wei Wuxian le había alcanzado mientras decía

—Vamos por él— yendo hacia la salida

Solo Wei Wuxian estaba descalzo cuando Lan Wangji abrió la puerta del establo mientras el menor se ponía las botas y un grupo de cadáveres feroces atacaron al mayor. Pero él ya estaba preparado para el ataque, en magistrales movimientos repelió a los cadáveres, pero esto no sería suficiente, había cientos y cientos de ellos por todas partes. Vinieron más y Lan Wangji tuvo que luchar. Wei Wuxian no tenía espada, su única arma era su flauta pero estos cadáveres ya tenían amo, no podía disuadirlos del ataque. Gritaba el nombre de nacimiento de Lan Wangji con preocupación desde el interior del establo.

—¡Wei Ying! Corre, ve por A-Yuan—

—¡No quiero dejarte!— lloró

—Te veré en la entrada de la posada, ve por el niño ahora ¡Obedeceme!—

Wei Wuxian aprovechó que Lan Wangji tenía a los cadáveres ocupados y salió corriendo en dirección a la posada, todo eran batallas y gente siendo atacada por cadáveres, soldados ebrios siendo derrotados y sobrios haciendo su mejor esfuerzo. El loto entró en la posada y corrió escaleras arriba, el pasillo le pareció interminable, abrió la puerta de golpe de su habitación pero Wen Yuan ya no estaba ahí. Salió corriendo gritando su nombre, hasta que lo encontró en el comedor llorando en un rincón en medio del caos.

—¡A-YUAN!— gritó aliviado

—¡WEI QIANBEI!— lloró el pequeño —Me dejaron solito ¿Dónde estabas? Te busqué por todos lados—

—Lo siento cariño, no llores más, vámonos, HanGuangJun nos sacará de aqui— tomó al niño del brazo y lo jaló a la salida

Pero el pequeño se jaló al lado contrario liberandose del agarre y gritó

—¡Espera! ¡Mis conejos!— corrió en dirección a las escaleras

—¡No! ¡A-Yuan! ¡No vayas! ¡Vuelve aquí!—

Pero el niño no hizo caso y corrió por las escaleras para salvar a sus conejos, detras de él salió Wei Wuxian llamándolo desesperadamente. Wen Yuan entró a su habitación y fue directamente por la jaula de conejos, salió de regreso pero palideció al encontrar en el pasillo a su peor pesadilla.

—¿Así que aquí te tenían escondido ese par de mangas cortadas? Que bueno que estoy aquí para llevarte de regreso a casa, Wen Yuan—

Parado frente a él estaba Wen Rouhan. El pequeño tembló de miedo.

—¡A-Yuan!— llegó detrás Wei Wuxian —¿Wen Rouhan?— su alma se desplomó a sus pies

—Mira quien llegó, justo la persona que estaba buscando—

—Maldito perro— murmuró el de Yunmeng con ira

El líder Wen se acercó un par de pasos a Wen Yuan y el niño dió esos mismos pasos hacia atrás aterrado.

—¡No te le acerques más maldito!— le advirtió Wei Wuxian

Sin embargo el de Qishan ya estaba a la distancia de un brazo del pequeño, estiró la mano para atraparlo. El loto tuvo que pensar rápido, y en ese momento de angustia solo se le ocurrió una sola cosa, sacó de su manga el hierro Yin que de inmediato llamó a su esclavo por la energía maligna que compartían, el senior volteó la cara en trance hacia el artefacto, sus ojos se volvieron rojos y el objeto desprendió un extraño vapor negro. El hombre giró su cuerpo por completo dando pasos hacia él, estiró un brazo con la palma extendida y dijo

No soy un manga cortadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora