CAPÍTULO 2: LOS RECUERDOS DE CRISTINA

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Paula llegó a su casa cansada. Si bien había estado sentada toda la mañana, aquella quietud le agotaba más que correr una maratón.

_ ¿Cómo te fue?_ le preguntó su mamá mientras la saludaba_ ¿Cómo está Cristina?

_ Bien, los médicos tienen que hacerle nuevos estudios del corazón pero estaba bastante bien. Aunque me dio un gran susto cuando esta mañana se quejó de un dolor en el pecho... al parecer no fue nada grave.

_ ¿Te reconoció?

_ No, pero cuando le mostré una foto de ustedes, entonces si los recordó.

_ Mañana cuando la veas, envíale mis cariños, y dile que estamos orando por ella para que se recupere.

_ Se lo diré mamá. Voy dormir un rato porque estoy muy cansada.

Caminó hasta su cuarto y se tiró sobre la cama.

Los pensamientos sobre Marcos volvieron a su mente. ¿Podría a caso un chico como él quererla?...

Poco después se quedó dormida.

...

Muy temprano el despertador la sacó de la cama para regresar al hospital a cuidar a Cristina.

La sala de espera estaba llena de gente esperando ser atendida.

Paula pasó directo a los ascensores y subió al segundo piso.

_ Hola, buenos días_ dijo entrando a la habitación_ ¿Cómo durmió anoche?

Cristina la miró extrañada. Estaba sentada en la cama mirando televisión.

_ Soy Paula_ agregó la muchacha_ estuve ayer aquí cuidándola.

_ Ah, querida, no te había reconocido_ exclamó_ estoy bien, mejor que ayer.

_ Me alegro

Cristina bajó el volumen del televisor para conversar.

_ ¿Cómo le dieron los estudios de ayer?_ preguntó la joven

_ Los médicos aun no me han dicho nada... pero cada tanto me viene un dolor en el pecho terrible... es de familia...

»A mi padre le pasaba igual. Cuando éramos niños vivíamos en la provincia de Córdoba, en ese entonces Jesús María era solo un pequeño pueblo, hoy ya es una gran ciudad.

La Familia de mi padre tenía un gran terreno con una casona vieja que había sido de mis abuelos. Era humilde y sencillo, pero era nuestro hogar. En ese entonces no había la cantidad de casas y negocios que hay ahora, hace 70 años las cosas eran muy diferentes...

Mi padre trabajaba con los animales. Teníamos vacas, chanchos, gallinas, corderos, caballos... el terreno era tan amplio que se podía tener gran cantidad de ellos además de los sembradíos y la huerta.

Los corrales hechos de postes de madera, el gallinero con su cerco de alambre... recuerdo cada lugar de aquella vieja Estancia. Allí viví por 17 años_ dijo con nostalgia_ 17 duros y difíciles años.

Todo venía tan bien hasta aquella última frase: duros y difíciles años...

Paula no se atrevía a preguntar. Y Cristina prolongaba aquel silencio demasiado.

_ La vida no siempre es como uno quisiera..._ dijo la anciana mujer mientras secaba una lágrima y meneaba su cabeza.

La intriga de Paula iba en aumento, ya no pudo aguantar y preguntó:

_ ¿Por qué dice eso? ¿Qué fue lo que pasó?

Cristina dio un gran suspiro antes de hablar. Podía verse que no era fácil para ella hablar de su pasado.

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