La vida pasa rápidamente cuando uno comparte sus días al lado del ser amado.
Las horas se convierten en minutos y los días en horas, las estaciones del año pasan velozmente y en un suspiro nos damos cuenta que ya no somos tan jóvenes y que los años pasaron volando.
Lo maravilloso del amor verdadero, es que a pesar de que pasan los años, hasta las décadas, el amor sigue intacto, fuerte, sólido y ardiente. Fortalecido por la madurez de los años, por las experiencias vividas y las miles de historias compartidas.
Cuando Paula y Matías cumplieron sus 30 años de casados, quisieron festejar junto a toda la familia aquellos maravillosos años.
Janet, Nicolás y Franco, los tres maravillosos hijos que Dios les había regalado brindaron junto a ellos en la fiesta que realizaron en la casona donde vivieron todos sus felices años de matrimonio.
_ ¡Abuela! ¡Abuela!_ gritó Catalina que corría a los brazos de Paula.
_¿Que sucede mi pequeña?_ preguntó mientras se agachaba para estar a su altura.
La pequeña de 6 años, hija de Nicolás, calmó la respiración agitada antes de poder continuar su relato.
_ ¡Es Leticia!, le pegó a Mateo con un paragua_ comentó asustada.
_ Ven, vamos a ver a tus primos_ respondió con tranquilidad, mientras tomaba a la niña de la mano y caminaban escaleras arriba hacia los dormitorios.
Mateo y Leticia, discutían mientras cada uno tiraba de una punta del paragua dentro de la habitación de sus abuelos.
_ ¡Niños! ¿Qué está pasando?
_ Abuela, Leticia me golpeó_ acusó el mayor de los tres, que rondaba por los nueve años.
_ ¿Por qué le pegaste a tu hermano? Ustedes no deben portarse mal o sus padres los castigarán_ dijo Paula con voz dulce. Sabía que Janet, odiaba que sus hijos pelearan.
_ Me estaba persiguiendo... y asustando_ agregó Leticia a modo de justificativo.
Paula los miró intentando mantenerse sería ante sus travesuras.
_ Vengan a sentarse a la cama_ agregó mientras colocaba el paragua en un perchero junto a la puerta.
Los tres nietos corrieron a la gran cama matrimonial que ocupaba el centro del dormitorio y subieron de un salto, rodeando a su abuela.
_ Les contaré una historia_ dijo Paula con misterio_ ocurrió en esta habitación hace muchos años y tiene que ver con el paragua y con un fuerte susto.
_ ¿Es una historia real?_ preguntó Catalina mientras cruzaba los pies como indio.
_ Si es una historia muy real... ¿saben quien recibió un fuerte golpe con ese paragua?
_ ¿Quien?_ preguntaron los tres a coro.
_ El abuelo.
_ ¡Oh! ¿Le pegó un ladrón?_ preguntó Leticia.
_ ¿Quizás fue su hermano?_ dijo Mateo.
_ Ninguno de ustedes acertó. ¿Quisieran escuchar la historia?
Un silencio se produjo de golpe en la habitación y los tres niños escucharon con atención todo el relato.
Matías se preocupó ante la ausencia de su esposa.
La fiesta estaba saliendo perfecta, todos comían y se divertían, pero Paula había desaparecido.
La buscó por el jardín, por la cocina...
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DÉJATE QUERER
RomanceTodos queremos un amor para siempre. Un amor que llene de alegría y color nuestras vidas. Paula es una jovencita soñadora que quiere enamorarse y conocer al amor de su vida. Aceptará el trabajo de cuidar a una anciana enferma, sin imaginar que la hi...