CAPÍTULO 19: NUEVO TIEMPO

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Matías regresaba por la autopista a gran velocidad.

Quería llegar a la casa antes de que Paula se marchara. Llevaba dos días sin verla y su última charla había durado apenas unos minutos, centrando toda su atención en Cristina y su medicación.

Al doblar en la esquina la vio salir caminando hacia la parada del colectivo.

Llevaba su mochila al hombro, seguramente llena de sus libros y apuntes.

Bajó la velocidad y se acercó a ella bajando el vidrio del acompañante.

_ Hola, ¿Puedo llevarte a tu casa?

Paula se sobre saltó por un segundo hasta que logró identificar el rostro de Matías dentro del vehículo.

_ Estoy bien, tomaré el colectivo.

_ Por favor, déjame llevarte_ insistió.

Paula también lo había extrañado. Esa misma tarde había prolongado su partida con la esperanza que llegara con tiempo de merendar en la galería como lo hacían semanas atrás.

_ Bueno, está bien_ respondió aceptando la invitación.

Subió al deportivo y se colocó el cinturón de seguridad.

En minutos se encontraban nuevamente en la panamericana, pero en dirección opuesta.

_ Mi casa... queda para el otro lado_ comentó Paula.

_ Quiero que me acompañes a un lugar_ le comentó Matías con una media sonrisa_ luego te llevaré a tu casa.

Ella estuvo de acuerdo y permaneció en silencio la mayor parte del viaje.

Frenaron en la playa del Hospital Público Provincial.

Paula lo miró extrañada.

Matías bajó del auto y se colocó la chaqueta de médico.

_ Hola doctor_ saludó el muchacho que cuidaba los coches.

_ Hola Paco, ¿todo bien?

_ Si señor, todo tranquilo por aquí.

_ Lo cuidas bien_ dijo señalando al deportivo.

_ Seguro.

Matías tomó a Paula de la mano y la guio por los amplios pasillos.

_ Hola Doctor Chávez_ dijo una enfermera.

_ Buenas tarde Marta.

_ Hola Doctor Chávez_ saludó otro señor que pasaba.

Paula seguía desconcertada, mirando para todos lados.

_ ¿Por qué estamos acá?_ se atrevió a preguntar mientras caminaban_ ¿Qué está pasando?

_ Pronto lo sabrás.

Siguieron unos metros más adelante hasta llegar a una doble puerta que daba entrada a una gran sala, como un laboratorio.

_ Hace dos días aprobaron mi proyecto de investigación_ le informó Matías con una sonrisa_ todas estas personas trabajan para mí y el gobierno va a financiar parte de los estudios y cubriré el resto de mi bolsillo. ¿Qué opinas?

_ Oh Mati, ¡Que alegría! Estoy feliz por ti.

_ También me siento muy feliz.

_ ¿Por qué en este hospital? Pensé que lo harías en la clínica...

_ Hace varios años comencé a trabajar en este hospital, realizaba cirugías a personas de bajos recursos que no podían pagar las costosas tarifas de las cirugías estéticas. Conocí a personas maravillosas y aprendí que el dinero solo endurece y enfría los corazones de las personas, en las clínicas... todo termina siendo con fines lucrativos... No quise que eso me sucediera, quiero estar cerca de los que tienen necesidad...

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