18. Problemas y soluciones.

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Wanda.

Me recosté un minuto en la cama luego de haber salido de la habitación de Maxinne. Dejé ir un suspiro, pero las ganas de llorar golpearon mi cuerpo como si me hubiese dicho que soy... No lo sé, nunca me han tratado realmente mal, no sé con que compararlo. Natasha diría "problemas de ricos, no lo entenderías" y es que verdaderamente sí, mientras mi esposa tuvo una vida difícil y dolorosa, mis padres, quienes ya son señores mayores de sesenta y cinco años, me trataron con todo el amor del mundo, batallaron muchísimo para que en aquellas épocas les permitieran criarnos y nos amaron como nunca se ha amado. ¡Ellos inventaron el amor! Razón por la cual no entendieron por que ninguno de nosotros les ha dado nietos.

Nos criaron con amor, pero Lorna a sus veinticinco, no quiere dejar las fiestas, Pietro con sus treinta sigue buscando esposa, Peter y Logan no son aceptados en adopción y compraron un vientre, ninguno de mis padres está de acuerdo en cosificar el cuerpo de una mujer de esa forma. Y luego estaba yo que... Nunca tuve aquella necesidad de darle amor a otros que no fuesen Natasha y nuestro cachorro, era el plan perfecto de vida, ¿por qué me siento así de mal? Es decir, claro que me he planteado la idea de tener un pequeño, porque me gusta la forma de ocuparme de los pequeños, me gusta sentir que ellos dependen de mi amor y protección, me gusta sentir el amor de Jack y Jean, e incluso creí que Max y yo habíamos avanzado algo en aquella relación extraña y distante que ha tenido estas dos semanas con Natasha y conmigo, pero...

—Oh, joder.—Me quejé.

—¿Wanda? ¿Puedo entrar?—Preguntó Natasha.—Sé que...-Dijo abriendo la puerta.—No estamos en los mejores términos y que debemos hablar, pero deberíamos poder solucionar ésto, ya que somos un equipo, siempre lo repetimos. Los equipos solucionan sus problemas y siguen siendo lo que eran... Un equipo, así que me gustaría que volvamos a funcionar bien juntas y luego hagamos lo que debamos hacer con los niños.

—Sólo quiero que...—Me quedé en silencio. La idea de tener un bebé ha vagado por mi cabeza pocas veces. Natasha tiene sus motivos para no quererlos, ¿qué sé yo acerca de todo lo que ella ha vivido? Sinceramente no debería ser yo quien decida por algo que ya hablamos con anterioridad. No queríamos niños, quizá es sólo un capricho por mi costumbre de tener lo que deseo, quizá no dure y quizá ninguna se encariñe con el niño, no sería justo.—Que me digas... ¿Qué hacemos mal?—Pregunté intentando olvidar mis absurdos pensamientos de maternidad. Sé que dijimos que siempre nos diríamos todo, pero ésto no es necesario, no de momento y sabiendo que puede ocasionar una discusión de aquellas que son molestas y que jamás hemos llegado a tener. Prefiero mantenerlo así.—Max parece no soportarnos y estoy cansada de ello, es que... Todo fluye bien con los pequeños, pero Max parece escupir veneno cada que me acerco a ella. No soy una mala mujer...

—Oh, cariño, claro que no lo eres. Eres una maravillosa mujer, con una alma hermosa. ¿Por qué crees que tiene que ver contigo? Yo casi no estoy en casa, debería ayudarte más. —Se disculpó ella y me sentí algo culpable.—¿Es eso lo que te ha puesto ayer así? ¿Lo de Maxinne?

—Es demasiado.—Mentí.—Intentamos ayudarla y pareciera que siempre va a odiarnos, sin importar lo que hagamos, ella jamás va a tolerarnos en lo absoluto. Es odiosa y no quiero sentir eso sobre ella. Creí que... Podríamos acercarnos y ya, pero no, no lo permite. No quiero rendirme en eso...—Me quejé.

Mucho de lo que dije es cierto, exceptuando la parte en la que digo que por eso me siento tan apagada. Sólo es una parte pequeña del por qué siento que todo va mal, la otra gran parte debo enterrarla, porque no es necesario de momento, no me anima demasiado la idea de hablarlo sabiendo lo que podría ocasionar. ¡Debo dejar de pensar en ello! Bien, Wanda, vas a enterrar esa idea, a la cuenta de uno, dos y tres.

Suficiente. No más de eso.

—No te rendirás, no dejaré que lo hagas, yo tampoco me rendiré, estaré a tu lado, lo juro, cariño. Estaré en ésto, fue mi idea ayudarlos, debo estar más pendiente, he dejado todo en ti cuando debía ser yo quien estuviese allí.... Juro que....—Dejó ir un suspiro.—Me daré una semana de descanso luego de ésta, ¿bien?—Preguntó y negué rapidamente.—Sí, cariño. Lo haré, necesitamos estar juntas y en... "Familia"—Hizo comillas.—Nos hará bien y podremos charlar con los niños, generar lazos y todo de lo que hablaba el libro que leímos antes de comprarlos.

Juguetes rotos -Wandanat; scarletwidow.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora