Natasha.
—Bien. Con Max iremos a inscribirla en un curso de arte, luego veremos algunos detalles para su fiesta de cumpleaños, mientras tanto, tú ve a los juegos con ellos, llévalos a comer y por un juguete.—Dijo mi esposa y yo acepté guiñándole un ojo para hacerle saber que debía estar completamente tranquila.—Te amo.—Besó cortamente mis labios.
—¡Que asco!—Se quejó Jack.
—Ugh.—Dijo Jean enseñando su lengua mientras cubría sus ojos.
Volví a besar a Wanda haciendo ruidos exactamente molestos, Max comenzó a reír cubriendo los ojos de sus dos hermanos menores mientras que Wanda sólo sonreía contra mis labios.
—Bien, ve. Te amo.—Dije yo y ella se dio media vuelta estirando su mano.
—Maxy.—Llamó a Max. Las miré extrañadas. Max corrió a tomar su mano y ambas subieron a la parte alta del edificio. Me giré a ver a mis dos bodoques pequeños.
—¿Alguien más escuchó eso?—Pregunté.
—¡Yo escucho cada sonido, incluso el de la escalera mecánica, señorita Natasha!—Dijo un emocionado Jack.
—No escuchar.—Dijo Jean. La tomé en brazos y la subí a mis hombros mientras tomaba la mano de Jack, él por lo general no tiene problemas con el contacto. Su psicóloga asegura que es porque ha vivido rodeado de personas neurotípicas que lo trataron como a uno más negándole sus necesidades propias, eso hace que por encajar, el priorice sensaciones y evite sentir molestia en algunas cosas en las que si debería sentirla. Aunque claro, también nos explicó que se ha adaptado y que en el espectro autista es muy complejo que se siga un patrón en características. Irónico, ¿verdad?—Jean arriba. Jean feliz.
Jean gigante.—Jean gigante.—Repetí.—¿Vas bien, hombrecito?—Hablé bajando la mirada al pequeño.
Jack levantó su mirada y luego dejó de verme. Ahora he logrado entender cuando me ve a mi y cuando no.
—Quiero ir a la zona de música, he descubierto que a Max le gusta una nueva banda.
—¿Vas a regalarle un disco?—Pregunté recordando que Wanda ha tenido con ellos una charla en la que les explicó que no debían mencionar que comprarían el regalo para Max estando conmigo. Jack asintió.—¿Y tú, Jean?
—Jean comprar galletas. Max amar galletas.
—Piensa en algo más, cariño.
—Jean pensar en algo más.
Sonreí. Es linda, ya veo el por qué, Wanda parece tan encantada con ella, es decir, ¿cómo no? Es muy dulce y la forma en que no deja de imitar a tarzan debido a la película que vimos una de las primeras noches en las que estuvo en casa, se me hace encantador.
—Bien, Jean. Mientras Jean pensar, Natasha comprar con Jack. —Contesté en su lenguaje.
—Jean estar de acuerdo.
—¡Jack emocionarse!—Dijo el pequeño soltando mi mano para correr a la tienda de música. Caminé a paso rápido tras él con una sonrisa dibujada en el rostro.
Yo admito tener una debilidad bastante grande por el hombrecito. No entiendo cuando explican la forma en que lo maltrataban por ser diferente.
Sus padres jamás aceptaron su diagnóstico. Es autista, no es raro. Es sólo un niño, no entiendo a aquellos padres que no logran aceptar la realidad de sus hijos. Seguramente ambos preferirían que sea un adicto.
Joder. Estoy tan molesta con los padres de los tres niños, incluso creo que más que con los míos... O quizá sólo lo proyecto, ya no voy a terapia, no puedo saberlo, pero de todas formas creo que todos estamos de acuerdo en que los padres de Max, Jean y Jack, son unos completos, totales y absurdamente desgraciados e hijos de puta. Con todo el respeto que se merecen, supongo. Si es que debo respetarlos.
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Juguetes rotos -Wandanat; scarletwidow.
أدب الهواةMax, Jake y Jean. Sólo tres nombres y una historia, recuérdalo antes de cometer un error.