Wanda.
—Peter podría ayudarte.—Comenté a Natasha quien negó rápidamente. Mi esposa abrió su camisa bastante sudada. —Estás trabajando en exceso, Nat, y amor, valoro tus ganas de remodelar la casa de tus abuelos, pero...
—Fueron mi única familia, amor.—Dijo ella dejando sus gafas.—Creo que necesito nuevas gafas.—Me enseñó que estaban algo gastadas.—¿Crees que deba ir a cambiarlos pronto?—Preguntó. —No tengo tiempo ésta semana.
—No seas necia. Le diré a Peter que te ayude un par de días, le hace falta el dinero y a ti un descanso. ¿Bien?—Pregunté y mi esposa asintió lentamente. —Treinta y cinco años, amor. No son fáciles de llevar en la espalda.
—Sería peor si tuviésemos niños.—Dijo burlona.—Ya ves a Clint. Parece de cuarenta.
Sonreí.
—También culpa a las drogas y su adicción al alcohol en la juventud.—Murmuré. Ella hizo una mueca.
—Nuestra infancia fue dura, supongo que... Aunque no justifica, hay que perdonárselo.
—¿Ya acabaste tus waffles?—Pregunté cambiando de tema y ella asintió dejando el plato en el lavabo.—¿Haz pensado lo que he dicho sobre hablar con Yelena?
Ella negó.
—¿Por?
—Porque Yelena no tiene que saber que es mi hermana. Toda la vida hemos creído que sólo somos dos huérfanas, ella tiene su historia falsa y... Amor, agradezco realmente que hayas tenido la intención de ayudarme, pero lo que hiciste es un delito y sinceramente, no quiero tener una esposa en la cárcel.—Murmuró ella. Tomó mi rostro y unió nuestros labios. —Te amo, ahora iré arriba, me daré una ducha y esperaré a que mi esposa decida subir conmigo, ver una película y tal vez con mucha suerte, hacer el amor.
Sonreí.
—Tal vez tu esposa vaya luego de hacer esto—Señalé el lavabo.—Y te acompañe.
—Estaré esperándola.
Subió las escaleras corriendo y observé sus gafas sobre la mesa. Debo enviarla a pedir una cita oftalmológica o no lo hará.
Steven. Revisa los nuevos casos. ¿No son demasiado tristes?
Observé el mensaje en mi pantalla e ingresé a la página de servicios sociales. Steven es demasiado sensible, siempre he considerado que exagera, sin embargo... Hay bastante aumento en los niños que entran a servicios sociales.
Wands. Ya vi. ¿Algo que agregar?
Steven. ¿Cómo conseguiremos un hogar para todos?
Comencé a reír imaginando la cantidad de papel que gastará al sonarse la nariz por el llanto que seguramente está soltando.
Wands. Envíame un par de casos o el más urgente. Comenzaré a verlo luego de mi siesta.
Steven. Eres la mejor, te amo.
Solté mi cabello al acabar el lavado de platos y vi los correos de Steven.
El primer caso es de una niña de siete años con un padre en rehabilitación, es su única familia, pero estuvo dos veces al borde de suicidarse. Suspiré.
—Pobre ángel. —Dije al ver sus fotografías. —Seguramente los Rogers estarán felices de recibir otra niña. Les enviaré éste correo adjuntando su información.
Peggy y Steve Rogers llevan años como familias de acogida, luego los niños son adoptados por otra familia y ellos vuelven a cuidar de alguien más. Ya tienen dos hijos propios, por lo que jamás han querido adoptar.
ESTÁS LEYENDO
Juguetes rotos -Wandanat; scarletwidow.
FanfictionMax, Jake y Jean. Sólo tres nombres y una historia, recuérdalo antes de cometer un error.