Natasha.
—No tuve el valor suficiente. —Confesé algo ansiosa.
Clint me observó en silencio mientras caminaba con una de sus gemelas en brazos. Creo que es Lina... O tal vez Leah, no lo sé, no les ha hecho una marca, tipo Harry Potter, ya saben, así podría distinguirlas.
—Pues deberías, lo pensaste. Pensaste en adoptarlos en serio.
—¡Es temporal!—Dije yo rápidamente.
Clint se giró para observarme. Enarcó una ceja, sus ojos examinaron mi rostro.
—¿Qué clase de temor al compromiso sientes en éstos momentos?—Preguntó y dejé ir un suspiro.—Natasha... ¿Eres la misma Natasha que le pidió matrimonio a su esposa con una coreografía premeditada?
—Era diferente.
—No, no lo es. —Dijo él.—Bueno, la diferencia es que aquí es temporal, no importa lo demás, con Wanda puedes divorciarte, pero con los niños no tienes más que decir que ya no puedes cuidarlos y otra familia lo hará.
—No quiero hacerles eso, Clinton.—Murmuré.
—No me llames así.—Gruñó.—No entiendo como alguien tan agradable como Wanda puede estar con alguien tan insoportable como tú, Natasha.—Se quejó. Sonreí.
—No lo sé, Clinton. Aún me pregunto que te vio tu esposa también en ti, no eres siquiera capaz de encontrar el clitoris.
—¡Retractate! ¡Tuvimos gemelas!
—Que sepas apuntar y disparar no significa que sepas dar en el blanco.—Dije yo.—No pareces de los sujetos que encuentran el clitoris, Clint...—Sonreí por lo que se me acababa de ocurrir para molestarlo— o debería decir Clintoris.—Dije burlona.
Él abrió su boca y la cerró repetidas veces antes de dejar a su bebé en su cuna y se acercababa a intentar jalar mi cabello, sin embargo lo alejé con mis piernas.
—¿Qué hacen?—Preguntó Laura entrando a la sala con una bandeja con refrescos y comida.—Clinton Barton.—Regañó a su esposo y él se detuvo. Comencé a reírme.
—Natasha Romanoff. Llamaré a Wanda si por tu estruendosa risa mis bebés se despiertan. Ambos quédense tranquilos o verán.
Me quedé quieta y ella dejó las cosas delante nuestra.
—Coman y charlen como dos personas civilizadas. Intenten serlo incluso si no lo son.—Gruñó ella antes de llevarse a su bebé hasta su habitación.
Clint y yo nos observamos en silencio.
—Bruja.—Dijimos al unísono y comenzamos a reírnos.
—Clintoris ha sido memorable.—Admitió. —De todos los apodos de mierda que alguna vez me diste, es el mejor.
Sonreí.
—Fue espontáneo. Ya sabes, sólo apareció allí.
—Viste la oportunidad y la tomaste.
—Exacto.—Dije rápidamente.
—Volviendo a lo de aquellos niños.—Murmuró acomodándose en el sofá.—No soy quien para decirte que hacer o que no hacer, pero sinceramente desde que soy padre mi vida ha mejorado un cincuenta por ciento.
—No me des tantas esperanzas. —Dije irónicamente.
—Ya tenía una vida buena. Una esposa que me ama, una amiga y hermana...—Tomó mi mano.—Tenía todo lo que necesitaba y luego llegaron mis hijas. Soy un cien por ciento feliz, ¿eres así de feliz?—Preguntó y yo lo medité unos minutos.
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Juguetes rotos -Wandanat; scarletwidow.
FanfictionMax, Jake y Jean. Sólo tres nombres y una historia, recuérdalo antes de cometer un error.