Si algo tiene de bueno el caminar, es que después de una ducha y sacudida la polvareda, uno vuelve a estar fresco.
En la física cuántica, cuando queremos saber la trayectoria de una partícula no sabemos su posición, y si sabemos su posición no sabemos su trayecto.
Mi padre camina por la casa como alma en pena, deambula de un cuadro a otro cual fantasma. Se detiene delante de la tv, jorobado por el peso de sus preocupaciones, que nunca son ni tan graves ni tan pesadas, solo es la exageración de la mente.
Cuando paseo por el bosque y escucho unas ranas, si me acerco al estanque, la rana deja de croar.
cuando yo observo, el entorno cambia, se asusta, reacciona a mi observación.
nada se inmuta.
Así cuando observo a mi papa por la nuca, el nota mis ojos en su espalda doblada por el pensar repetitivo y empieza a actuar, sí actúa para mi. es como una interpretación en función de quien observa.
Cuando José observa a María, esta también actúa. Se siente guapa y reacciona de una manera determinada, su comportamiento cambia.
La tierra lleva 450 millones de años, igual, sin ningún cambio de interpretación. Siempre la misma pujanza de la vida. Y los humanos, siempre somos mas de lo mismo, parece que el comportamiento se transmitiera por el ADN.
Así las cosas, si no hay cambio alguno ni en nosotros, ni en la tierra, concluimos, extraemos que nadie nos observa. Nada nos observa, ni ha observado nunca.
El hecho de que alguien me observe, no me va hacer mejor.
Salvo cuando me observa la Mari, entonces sí cambio para conquistarla.
Si el observador cambia lo que observa, nunca ha existido ojo alguno observándonos, o bien el resultado de esa observación es nulo y sin ningún tipo de cambio.
buena lectura, buen pensamiento, buena vida.
