Fonta

6 0 0
                                    

había una vez  un profe:

_ si no me escuchas, no sabrás que es lo que entiendo y que es lo que me cuesta comprender. Si me repites y repites lo que ya he comprendido, me aburres y me desmotivo. 

céntrate en vaciar tu mente, quedar en blanco y escuchar con atención para ver  aquello que no he comprendido,  pon un ejemplo breve, conciso y de andar por casa.  Si me hablas de ingeniería aeronáutica seguramente me pierda.

Si consigues dejar a un lado lo que sabes, los principios que tu manejas  y pones empatía en lo que yo entiendo, comprendo, que es lo que me preocupa, estarás muy cerca y seras capaz de hacerme llegar cualquier conocimiento que tu desees.

Pero  sobre todo no me juzgues.  

No he  venido a ser juzgado, vengo a aprender, vengo a conocer algo nuevo, limítate a observarme sin analizar  y vuelca tus conocimientos en mis razonamientos. 

Gracias por ser primero persona y después profe.

Gracias por estar encima sin ser una carga,  por ir delante sin ser un estorbo.

Te agradezco que seas un señor y no te señorees.

Gracias por no limitarme y ofrecerme todas las posibilidades y mas ( aunque tu no creas en ellas)

Gracias por  enseñarme sin miedo,  sin tabúes.

Gracias por haberte cuestionado tus creencias.

Gracias por ser feliz haciendo lo que haces, recibiendo lo que recibes.

Gracias por no enfocar un sentido o un significado a mis aprendizajes, gracias por no condicionar mis conocimientos.

Gracias por ser un bote vació.

Gracias por ser  un recipiente, un mero envase. Bendiciones.

Gracias por mostrarme que la virtud perfecta carece de virtud.

Bendición por comprender que  el leño  y las astillas son la misma cosa.

Bendición porque la hierba crezca sola.



''

Esto le hizo muy feliz hasta el día que conoció a un hombre aún más rico y poderoso que él. Entonces pidió de nuevo ser así y su deseo le fue también concedido. Al poco tiempo se cercioró de que debido a su condición se había creado muchos enemigos y sintió miedo.

Cuando vio cómo un feroz samurai resolvía las divergencias con sus enemigos, pensó que el manejo magistral de un arte de combate le garantizaría la paz y la indestructibilidad. Así que quiso convertirse en un respetado samurai y así fue.

Sin embargo, aún siendo un temido guerrero, sus enemigos habían aumentado en número y peligrosidad. Un día se sorprendió mirando al sol desde la seguridad de la ventana de su casa y pensó: "él si que es superior, ya que nadie puede hacerle daño y siempre está por encima de todas las cosas. ¡ Quiero ser el sol !".

Cuando logró su propósito, tuvo la mala suerte de que una nube se interpuso en su camino entorpeciendo su visión y pensó que la nube era realmente poderosa y así era como realmente le gustaría ser.

Así, se convirtió en nube, pero al ver cómo el viento le arrastraba con su fuerza, la desilusión fue insoportable. Entonces decidió que quería ser viento. Cuando fue viento, observó que aunque soplaba con gran fuerza a una roca, ésta no se movía y pensó: ¡ ella sí que es realmente fuerte: quiero ser una roca ! Al convertirse en roca se sintió invencible porque creía que no existía nada más fuerte que él en todo el universo.

Pero cuál fue su sorpresa al ver que apareció un picador de piedra que tallaba la roca y empezaba a darle la forma que quería pese a su contraria voluntad. Esto le hizo reflexionar y le llevó a pensar que, en definitiva, su condición inicial no era tan mala y que deseaba de nuevo volver a ser el picador de piedra que era en un principio.''

Feliz investigación.  divertíos con la indagación 










la risa del flacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora