Delincuencia.

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Hace unos años, salia con una mujer monedero.

En unos grandes supermercados, habían cogido a un rumano con unas zapatillas que aun no tocaran el suelo y que las llevaba puestas.

Pitaban como la sirena de los bomberos, delatando la sisa del inmigrante. Nadie le ayudaba, todos le miraban como asesino.

'' no tenia para comer''

Dos chicos le cogieron y le llevaron por unas escaleras abajo, aun no empezaron a bajar, el pobre las rodó todas hasta la última. ellos se miraron ( así, no volverá a hacerlo)

Todavía hay quien piensa que la letra con sangre entra, ¿ quien no se ha equivocado alguna vez ?

Realmente sólo aprendes cuando te equivocas y yo he aprendido mucho de meter la pata hasta el cogote.

Cuando lo sé, trabajo como autómata y ya no aprendo nada de nada.

Nunca mas.


la risa del flacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora