XII - Supresores

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Hércules siempre había tenido un celo demasiado fuerte, y esto empeoró cuando su cuerpo creció y aumento de masa muscular. Era tan poderoso que sentía que quemaba, a pesar de durar solo un día, eran las pocas ocasiones que desearía simplemente desmayarse y no recordar nada para continuar.

Así que seguía una pequeña guía medica donde consumía supresores, solo las tomaba en un horario estricto el mes de su celo. No afectaba en nada a sus feromonas, hormonas o cualidades físicas que le proporcionaba su casta. Aunque eran relativamente nuevas, las consideraba muy útiles. Y no le habían causado ninguna molestia antes.

Pero antes no estaba enlazado, no vivía con otra persona, ni tenía una pareja que no quería decepcionar por nada del mundo, esto cambiaba las cosas, digamos, muchísimo.

No le avergonzaba el tomarlas, eso sería estúpido, y tampoco lo dejaría de hacer. Pero sentía un pánico enorme el que Jack se enterara, el porqué no estaba del todo definido.

Tal vez viene con un tema de intimidación, cuando era más joven, el hecho de tomar supresores era visto como algo bastante cobarde, y esto empeoraba viniendo de un alfa. Por suerte, su familia no pensaba eso y, sus amigos nunca lo hicieron menos. Al momento de iniciar su proceso de adulto, no había mayor problema, no tenía a nadie por quien preocuparse, o que le importara lo suficiente para tener en cuenta su opinión.

Pero esto era cuestión de orgullo. Y cuando inició su mes de celo, y el día caía justo en una fecha donde él y su novio tenían que ir a una cena en celebración de algo, entró en pánico.

Tomaba su medicamente muy temprano en la mañana para que su omega no lo viera, escondía bien el paquete, y nunca tocaba el tema. Además de que, cuidaba el escondite donde lo había guardado para evitar futuros accidentes.

Podía aguantar así casi todo el mes, hasta que llegará el día en el que tendría su celo, y es cuando podría irse con un amigo beta y decirle el porqué a su pareja después. Problema resuelto.

Amor, ¿te sientes muy mal? - Tocó la puerta afuera del tocador su omega, sonando preocupado. No se dio cuenta que se quedó demasiado tiempo en el baño, pero aún era muy temprano para que estuviera despierto. De hecho, sonaba adormilado, no por eso su voz era menos fuerte- ¿Necesitas algo? Puedo ir a comprar medicamente.

No, no- Se tomó su pastilla y escondió el paquete dentro del tabique que rompió por ''accidente''- Ya salgo, un momento- Le bajó al baño simulando que estaba haciendo sus necesidades, y se hecho agua en la cara para despertarse.

Si son las pastillas, podría preguntarle a Lubu o Raiden cuales toman, para ver si alguna te sirve mejor- Eso definitivamente lo había despertado.

Salió rápidamente del baño, golpeando la puerta contra la pared dentro. Asustando a su omega que lo vio preocupado como se exaltaba de la nada. Y se acercaba a él de manera peligrosa, pero con una mirada que gritaba que estaba a punto de tener un colapso. Con los ojos muy abiertos y, de hecho, se puso ligeramente más pálido. Lo tomó de ambos brazos para poner su rostro muy cerca del ajeno.

¿De qué... estás hablando, Jack? - Inició lentamente para volver a calmarse, si empezaba de histérico no la iba a poder librar. Hacerse el tonto casi siempre funcionaba.

¿Hércules? - Le toco el rostro suavemente. No lo estaba asustando si es que ese era su objetivo, pero pudo percibir un miedo latente dentro de su enlace, y eso no le gustó- ¿Pasa algo?

No, no, para nada, pero... este- Si seguía haciéndose el tonto podía conseguir algo, o salvar su relación- Yo no tomó nada.

Si lo haces- A veces lamentaba lo poco que Jack conocía sobre las reacciones humanas para responder así- No tiene nada de malo.

Le sostuvo la mirada unos segundos hasta que finalmente cedió. Sus hombros se hundieron y colocó su frente encima del hombro de su omega, no le molestaba la diferencia de altura en ese momento, necesitaba algo de apoyo- Lo siento.

No hay necesidad de disculparse, te lo dije, no tiene nada de malo- Le acarició su cabello lentamente, arqueándose ligeramente hacía atrás intentando soportar el peso que le daba- Te sigo queriendo igual. Tal y como eres.

Su alfa resopló donde estaba, cambiando la posición de sus brazos a detrás de su espalda, tomándolo por completo. Pero el consuelo era para el pelirrojo, quien nunca se sintió tan aliviado, como cuando ese pequeño omega lo sostuvo en unos brazos más delgados, y le dijo que él estaba bien tal como se encontraba.

¡Él lo sabía! Por dios se comportaba como un niño, pero no podía negar que, al ser aceptado de esa forma, creaba una seguridad que nunca hubiera imaginado que le faltaba.

¿Cómo te diste cuenta? - Preguntó ya más tranquilo, continuando con el abrazo porque descubrió que le gustaba- No es que eso me importe claro.

Claro- Era algo temprano para estar despierto, pero sospechaba que ya no podría dormir después - Te sentías muy estresado, y encontré tus pastillas en la basura cuando la limpiaba.

¿Limpias la basura? - Dijo burlándose un poco, aligerando el ambiente.

La separo para reciclar- Se excuso avergonzado por cómo lo hizo sonar- Las reconocí porque creo que Tesla usa las mismas. ¿Quieres que le pregunté sobre otras?

Con esa declaración Hércules no se sintió mejor, de hecho, se molestó un poco.

Siempre eran ellos, había convivido con tantos alfas y por demasiado tiempo, que muchas actitudes las veía normales, cuando esas se tendrían que hacer en la intimidad y de preferencia, con su pareja.

No sabía quién más le había enseñado los Supresores, a juzgar por sus acciones, como cuando él intento cortejarlo pensando que era su deber, su familia alfa no protegió su inocencia en ese aspecto, o en ningún otro que se necesitará. Era decepcionante viniendo de muchos que hacían gala de querer protegerlo, pero ni Anne, Adán o incluso Hlokk tuvieron cuidado con eso.

Era como si no importará que él supiera, o que los viera. Pero en su opinión, lo estaban privando de su propia experiencia respecto a su casta correspondiente.

Aunque siempre los veía felices juntos, y no había escuchado crítica negativa de ninguna parta. Un poco extraño. Pareciera incluso que lo trataban de tal forma para no...excluirlo.

Ah

No, no, estoy bien, gracias por preocuparte amor- Un poco más comprensivo se separa, apreciando con otros ojos lo que antes criticaba- Lo siento.

Ya te dije que no...-

Si, no era por eso- Apaga la luz que se quedó encendida dentro del baño, y acompaña a su Omega a la cama, guiándolo- Vamos a dormir lo que podamos.

¿Oye, porqué te disculpabas? -

Buenas noches- Se acostó abrazando a Jack cuál almohada.

Hércules, ¿por qué te disculpabas? - Jack no quería ceder, a pesar de que el sueño empezaba a golpearlo de nuevo.

Te lo digo en la mañana-

Dímelo ahora-

Descansa- Le beso la frente para acomodarlos, y masajeó su espalda como sabía que relajaba a su pareja- Te quiero.

Al parecer seguía teniendo sueño, porque cuando sintió su cuerpo ser rodeado por una manta calientita, y abrazado por su alfa gigante, sus ojos se cerraron sin su permiso, y perdió poco a poco la conciencia- Yo también te quiero- Casi susurro, volviendo a dormirse otro rato más.

Hércules lo vio por unos minutos para el mismo volver a dormirse otra vez. Lo tomó, para asegurarse de que no iba a ir a ninguna parte. Sintiéndose más ligero por el cambio de pensamiento que tuvo en tan solo una mañana.

Había cambiado muchas ideas a mejor, y eso le gustaba.

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