A partir de ahora habían pasado ya tres meses, las náuseas habían disminuido hasta ya no ser tan molestas como en un inicio.
La hora de dormir había llegado finalmente, Kakucho descansaba acompañado de su esposo, quien dormía plácidamente abrazando su cintura y descansando su mano sobre su vientre.
A partir de ahora habían pasado ya tres meses desde que se enteraron de la llegada del bebé, las náuseas se habían ido disminuyendo hasta ser menos molestas que antes, sin embargo ahora mismo el azabache estaba entrando una etapa más tranquila, pero tediosa para Izana.- Izana... - Kakucho habló medio dormido, y después mueve un poco el cuerpo de su esposo. - despierta, tengo hambre
- son las dos de la madrugada - murmuró con la voz perezosa.
- pero el bebé quiere sandía y frambuesas - se quejó el azabache.
- ¿Y de dónde voy a sacar sandía y frambuesas a las dos de la madrugada, y además fuera de temporada? - cuestiona el de cabellos claros, levantándose a regañadientes.- te prepararé un sándwich y es todo
- no, déjalo así... - Kakucho suspiró pesadamente y sólo le dió la espalda a su esposo - perdón por ser una molestia...
El de cabellos claros sintió una espina en el corazón al ver a su esposo usando el chantaje emocional, si pensaba que con poner ojitos tiernos y usar un tono lastimero lo convencería... Estaba en lo correcto, porque en cosa de diez minutos estaba ya en la calle, rogando al cielo por encontrar una tienda abierta a esa hora que pudiera vender sandía, o mínimo frambuesas para su embarazado esposo.
Y finalmente, después de una larga travesía, en la que se vió forzado a ir hasta el otro lado de Tokio para encontrar el pedido de Kakucho, por fin pudo encontrar quien pudiera venderle las tan ansiadas frutas.
Izana regresó casi al amanecer a casa con una gran sandía y una bolsa llena de frambuesas, sin embargo cuando llegó a casa encontró a su esposo en la cocina, robando las galletas que había comprado para si mismo.- oh, llegaste - saludó Kakucho, mientras comía la última galleta que había en la caja - tardaste demasiado y al bebé se le antojaron las galletas
Izana no dijo nada, tan sólo conservó la calma y tranquilamente sólo comenzó a guardar las cosas que con mucho esfuerzo trató de conseguir.
- oye... ¿Estás bien? - pregunta Kakucho al verlo tembloroso, sabía bien que estaba reprimiendo un enojo.
- lo estoy ¿Por qué no lo estaría? - respondió el de cabellos claros con un tic en el ojo.
POR FIN EL DÍA TRES!!!
Estoy subiendo esto a las:
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𝓢𝓲𝓮𝓷𝓭𝓸 𝓟𝓪𝓭𝓻𝓮𝓼 - 𝓣𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼
Fanfiction⚠️[EMBARAZO MASCULINO/YAOI/UNIVERSO SEMI ALTERNO/IZANA TOP-SEME-ACTIVO/KAKUCHO BOTTOM-UKE-PASIVO]⚠️ 31 días subiendo oneshots siguiendo de cerca a Kakucho e Izana, que deberán afrontar juntos la difícil etapa del embarazo. Aclaraciones • NO ES OMEG...