Llanto

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Finalmente habían llegado a casa, después de pasar un día más en el hospital por fin Kakucho y los pequeños pudieron tener el alta.

Los libros y conocidos siempre le dijeron que después del nacimiento las cosas son más fáciles, y ellos lo creyeron.

¡Buaaaaah!

es tú turno... — murmuró Kakucho desde la cama.

Izana asintió sin discutir y lentamente se fue levantando de la cama, arrastraba sus pies con toda la voluntad que tenía y por fin consiguió llegar a la cuna, dónde pudo distinguir a uno de los bebé llorando a todo pulmón mientras el otro lloraba más agitado que el otro.
El llanto nocturno era algo de lo que nadie les había contado, nadie les dijo que despertarían a altas horas de la madrugada debido al llanto incesante de ambos bebés.

voy a asesinar a la enfermera que dijo que las cosas serían fáciles — murmuró para sus adentros, y luego sacó a uno de los bebés de la cuna para ver cuál sería el problema.
El bebé, al ser finalmente alzado en brazos se calmó, mientras que el otro seguía llorando a todo pulmón. Izana suspiró, y decidió dejar al pequeño de vuelta en la cuna para atender al otro, y así lo hizo; dejó al bebé en la cuna y cargó al otro, pero entonces, cuando se disponía a atender al gemelo el otro bebé comenzó a llorar de nuevo al no sentir la presencia de su padre o su hermanito.

mierda... — maldijo en voz baja, y después regresó a la cuna para hacer exactamente la misma acción de antes, dejar a un bebé en la cuna y sostener a otro, obteniendo en respuesta el mismo resultado. Uno de los bebés lloraba apenas era depositado en la cuna, mientras que el que estaba en brazos se calmaba al ser sostenido en brazos.

Fue una noche de desvelo tanto para Izana cómo para los gemelos.

Al día siguiente, Kakucho despertó y se dió cuenta que su esposo no estaba a su lado.

¿Izana? — lo llamó, pero al no obtener respuesta decidió primero ver a los bebés antes de salir a buscarlo.

Grande fue su sorpresa al ver que Izana estaba dormido dentro de la cuna, mientras los gemelos dormían tranquilos sobre el pecho de su padre.
Kakucho sólo rió en voz baja y sacó su teléfono para tomar una foto e inmortalizar la tierna escena.

Kakucho sólo rió en voz baja y sacó su teléfono para tomar una foto e inmortalizar la tierna escena

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Otro día finalizado con éxito 😅

Día 18: llanto. Finalizado 🥴

 Finalizado 🥴

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𝓢𝓲𝓮𝓷𝓭𝓸 𝓟𝓪𝓭𝓻𝓮𝓼 - 𝓣𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora