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Cordón Umbilical

Izana estaba perplejo al escuchar al doctor, incluso el dolor de su mano había pasado a segundo plano cuando el llanto de dos bebés lo devolvieron a la realidad.
Sobre el pecho de un agotado Kakucho yacían sus dos pequeños, llorando agitados por el ruido y seguro por el frío del exterior.

— felicidades señor Kurokawa — habló el doctor — son dos fuertes y sanos varones

— Izana... — el más alto sonrió de alivio, aunque estaba realmente agotado y con deseos de beber agua fría o dormir un rato.

El de cabellos claros sintió como su corazón latía con fuerza, tenía un nudo en la garganta y al ver como uno de los gemelos se aferraba con fuerza a su dedo sintió como su mirada se nublaba.

— estás llorando — comentó Kakucho al verlo soltar lágrimas.

— ¡No estoy llorando! — exclama el de cabellos claros limpiando sus lágrimas — tenía una basura en el ojo

— señor Kurokawa ¿Le gustaría cortar el cordón umbilical? — preguntó una de las enfermeras.

Izana asiente, aunque tenía miedo de hacer algo mal y terminar lastimando a ambos pequeños.
La enfermera guió al padre primerizo y le hizo entrega de unas tijeras, el de cabellos claros sólo seguía las indicaciones y con algo de duda por fin pudo cortar ambos cordones.

— llevaremos a los gemelos a ser pesados y limpiados — dijo el doctor — podrán verlos más tarde, por ahora deben descansar

— ¿Cómo te sientes? — preguntó Izana al ver a su pareja despertar.

— las peleas callejeras se sienten como masajes comparado con esto — respondió al despertar poco a poco.

En ese momento dos enfermeras llegaron cargando cada una un pequeño bultito envuelto en mantas suaves color celeste.

— espero ya se encuentre mejor, porque hay dos pequeños dormilones que lo han estado esperando — dijo una de las enfermeras entrando a la habitación.

Ambos se quedaron sin aliento cuando los pequeños fueron entregados; era una extraña sensación entre miedo y emoción, Izana estaba más nervioso que Kakucho, pues nunca en su vida había cargado a un bebé y mucho menos a uno recién nacido.

— sólo debe extender sus brazos — dijo la enfermera — nunca deje que su cabeza cuelgue, su cuello es muy frágil

Con eso en mente, sostuvo al bebé de tal forma que su cabeza descansaba sobre su brazo. El bebé al sentir el repentino cambio de brazos sólo bostezó y trató de abrir sus ojitos.
Fue por un segundo, pero tenía la intuición de que ese pequeño tendría los ojos de Kakucho, aunque su cabello era negro.
Kakucho imitó la misma acción de Izana para sostener al otro, más concretamente al primero que había nacido. Ambos bebés eran exactamente iguales a simple vista, piel rojiza y cabellos negros.

— Akira — dijo Kakucho al ver al bebé que sostenía. — este bebé se llamará Akira

— entonces esté se llamará Shini — estaba por decir un nombre, uno que tenía muy en claro, pero al ver la expresión de disgusto de Kakucho desistió de la idea — Akio es un buen nombre para éste bebé

Que no se note que los nombres los saqué de la primer página de nombres en japonés que encontré (?

Día 17: cordón Umbilical. Listo 👌

Cada día cerca de terminar 👁️👄👁️

Y justo a tiempo 😅