I Wanna Be Yours
Arctic Monkeys.Dante
Ya, puede ser que haya sido un poquito pesado con Alara.
¿Un poquito?
Bueno, demasiado.
Justo al mismo instante en el que se fue, me quedé un poco pensativo, no pasaron ni dos minutos y Kai apareció en mi campo de visión.
—¿Qué le dijiste?
—¿Por qué insinúas que soy yo el culpable?
—Porque sé como eres, Dante —se cruza de brazos—. Deja de estar a la defensiva con ella, sólo ha intentado ser simpática.
—Vale, ¿cuándo admitirás que te gusta? Porque bien que no paras de defenderla y hablar de lo simpática que es.
Él bufa y sacude su cabeza en negación, señalándome.
—¿Cuándo admitirás qué te atrae? —aprieto mis labios— La tratas mal porque tienes miedo de sentir algo por otra persona que no sea Priscila.
—Cállate, eso no es...
—Sí, sí lo es. Y espero que no te des cuenta tarde lo que estás haciendo, sólo andas perdiendo el tiempo siendo un imbécil.
Y dicho eso, se va, dejándome con la palabra en la boca.
Vaya, nunca lo he hecho enojar así.
Bien, sí me he comportado mal con ella. Es que simplemente su presencia me irrita, me hastía.
Pero por otro lado... me gusta tener esa irritable presencia que me hastía.
Tomo un largo suspiro y me dirijo a las mesas para buscar a Alara, cuando trato de localizarla, mi mirada se detiene en la última mesa, la que está solitaria.
Bueno, exceptuando a Alara y el chico con el que está hablando, bien sonriente.
¿Y quién es ese?
Enarqué una ceja por lo desprevenido que me tomó y me dirijo hacia ellos, no sin antes tomar un libro del estante.
Carraspeo y ambos se dirigen hacia mí, le sonrío a Alara como si fuese un angelito inocente y ella frunce el ceño.
—Necesito que te sientes conmigo para —tengo la mente blanco—... porque... quiero que me cuentes más del club.
—Ya creo que te dije todo lo que tenía que decirte
—masculla.Sí será maldita...
—No, todavía falta más —insisto—. No te dejé terminar y quiero que lo hagas.
—Ahora estoy ocupada...
—Por favor, Alara. ¿Me insistes con qué venga y no pasas tiempo con tu nuevo invitado? —hago una mueca falsa de indignación— No me dejes a medias.
Ella resopla y se levanta bruscamente de la silla, dirigiéndose hacia el rubio con el que estaba hablando.
—Siento dejarte, Marco. Te enviaré un mensaje luego.
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El jodido Karma de Dante
Romance«A pesar de que el karma siempre llegó en mis peores momentos, tú siempre estuviste ahí y soportaste la peor versión de mí. Tan sólo ver el azul en tus ojos, tu felicidad, de solo verte a ti... dejaría que la mala suerte me pegara millones de veces...