«A pesar de que el karma siempre llegó en mis peores momentos, tú siempre estuviste ahí y soportaste la peor versión de mí. Tan sólo ver el azul en tus ojos, tu felicidad, de solo verte a ti... dejaría que la mala suerte me pegara millones de veces...
Uf, vaya que es difícil despedirse, y más si ni siquiera nos hemos visto en un mes.
Hay muchas cosas que quiero decirte, querido Dante. Un millón de cosas.
Te pido perdón por ser una carga para ti, sólo llegué a causarte más problemas y más agonía. Tuviste tus razones para alejarme, lo que me ayudó a tomar la oportunidad para ir a la escuela de cine.
Espero que Perla haya mejorado, aunque tú nunca lo aceptaste, siempre la vi como una hija. Nunca te lo dije, pero cuando estábamos solas, muchas veces me decía mamá y yo le decía hija.
Sé que te sientes culpable por la muerte de la madre de Perla, pero ¿sabes? Siento que ella ha sido la responsable de que tú y yo nos conociéramos. Tuvimos el encuentro más estúpido del mundo y todo porque Rory quería comerse a Perla.
Luego estaba tu actitud insoportable y gruñona, lo que más te caracterizaba, sabía que bajo toda amargura tuya, había un hombre maravilloso que podía darse la oportunidad de querer.
Y aquí estás, sé que me quieres aunque no me lo hayas dicho, tal vez algún día lo hagas. Si es que nos vemos... y debes saber que te quiero muchísimo más.
Llevo días pensando en qué escribir en esta carta, hoy fue mi último día con mi psiquiatra. Tuvimos una conversación muy importante sobre el amor y tomar decisiones, hasta ahora entiendo muchas cosas.
Tú y yo necesitamos nuestro tiempo, por eso no te volveré a escribir, ni a llamar... no volveré a buscarte hasta que ambos estemos bien.
Eres la persona correcta. Maldición, claro que lo eres, Dante.
Lastimosamente, es el momento equivocado.
Tú necesitas ayuda y yo tengo que terminar de cicatrizar mis heridas, con el tiempo vamos a aprender que valió la pena darnos un tiempo. Verás que cuando regrese, lo primero que haré será planificar nuestra boda. Porque no creas que te librarás tan fácil de mí, Dantito.
Nos vamos a casar, así que te aguantas.
Sobre Perla, dile que algún día regresaré por ella y seré la madre que ella tanto desea. Claro, sólo si tú lo aceptas.
La quiero mucho, al igual que a ti. Fueron mi felicidad durante estos casi siete meses que llevamos conociéndonos. Ella también debería tomar ayuda, al igual que tú.
Espero que finalmente me hagas caso, maldito terco. Sé que amas a Perla, haz que tome ayuda antes de que sea demasiado tarde.
Y sin más que decir, te prometo que nuestro reencuentro será bonito. No sé si pasarán semanas, meses o años... Pero el día en el que nos volvamos a ver, en ese momento, tú y yo ya vamos a ser lo suficientemente maduros y felices con nosotros mismos.
Te quiero, no sé cuándo me lo dirás. Pero si te rindes y no quieres dar más, yo tengo suficiente amor para los dos.
Hasta siempre, Dante Hale. Gracias por permitir que esta Barbie parlanchina insoportable entrara en tu corazón.
Con cariño,
Barbie Alarita Harper.
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Nos vemos el martes con la segunda parte :).
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