Capítulo XXIV: Ay babosa, me asustas hija de tu...

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Estoy enferma, pero cumpliendo con mi actualización :D.

Mucho apoyo y les subo el epílogo mañana mismo :0.

Look After You.
The Fray

Dante

-¡Alara! -grito y sé que me escucha, pero no quiso devolverse.

Veo como se va y maldigo en mis adentros. ¿Qué carajos venía a decirme?

-¿Esa es la chica de la qué me estabas hablando hace cinco minutos? -asiento- Mierda, ¿crees qué habrá confundido las cosas?

-Creo que por eso salió corriendo -murmuro-. Maldita sea.

Kai sale de lo más tranquilo posible y enrolla sus brazos en la cintura de Selene.

-¿Lista para nuestra cita mañana?

Ambos nos miramos de una forma cómplice y Kai hace una mueca de confusión.

-¿Qué pasa?

-Pasa que Alara me encontró abrazando a tu cita.

-¿Y...?

-Que ella pensó que yo era la cita de Dante -finaliza la pelirroja por mí.

-¿Qué? -se separa de Selene y toma su teléfono- La voy a llamar.

Mierda, ¿ahora a dónde se habrá ido?

-No contesta.

-¿No tienes idea de dónde podrá ir? ¿Su casa? ¿Su viejo departamento?

-Te juro que no tengo idea, pero espera -sacude su cabeza-. En primer lugar, ¿qué hacía aquí? ¿No se suponía qué iba a tu casa?

-Eso mismo quería saber, ni siquiera noté su presencia y tenía ganas de llorar cuando me vio con Selene.

-Kai, por favor, explícale que entre Dante y yo no pasa nada -murmura Selene-. No tuvimos tiempo de explicarle.

Ellos se ponen a hablar mientras me quedo pensativo. Está lloviendo con fuerza, y me hace recordar ese día de Halloween en el que todo se nos complicó. Ese día nos marcó mucho a ambos.

La lluvia ese día nos empapaba completamente, le dije lo que sentía y hasta lloré frente a ella. A pesar del día tan horrible que fue para ambos, terminó siento uno de los más importantes.

Justamente su llanta se pinchó cuando estaba en la carretera de camino a la casa de Kai y...

-Joder -elevo la voz- Ya sé dónde está.

Priscila siempre tuvo la razón en absolutamente todo.

Tomo las llaves y los señalo a ambos.

-Mañana nos vemos, cuando vea a Alara será algo un poco... raro -muestro la felicidad en mi semblante-. ¡Pero luego les explicaré!

Salgo sin ellos entender un culo de lo que les dije, pero yo me entiendo.

Subo a mi auto y lo enciendo, la lluvia por parte me empapó, pero ya sé que me empaparé muchísimo más con lo que pasará en unos momentos.

El jodido Karma de DanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora