Snap.
Rosa Linn.Dante
Dejé a Perla en la guardería y voy de camino a la librería donde está el club de Alara. Justo estoy llegando minutos antes de que termine, la verdad es que no estoy para escuchar sus absurdos comentarios de los libros que lee.
No sabía que tenía una mente tan sucia, y eso que se ve como una princesa que no rompe un plato.
Estos días en los que hemos hablado, me he sentido bien, lo que no me cae del todo bien, es esa personalidad tan brillante que se carga. Pronto la voy a ahogar por loca.
Aún así no es mala persona y me gusta su presencia.
Al momento de doblar la calle, veo como todos se están yendo, debo suponer que ya terminó y sonrío, así nos vamos más rápido de aquí.
Estaciono el auto y bajo para caminar hasta la biblioteca, que está a unos metros.
Frunzo el ceño al notar ese cabello negro que conozco perfectamente, está hablando con ese chico que se me hace conocido.
Ah, pero ya sé quién es... el imbécil que le dijo hermosa y le dio un tic nervioso en el ojo.
Estaba caminando tranquilamente luego de que me bajé del auto, pero cuando veo que le agarra el brazo con brusquedad y la empuja, llego hasta ella y la sostengo para que no se caiga.
—¡Cuidado con ponerle un dedo encima!
—exclamo, Alara está temblando del miedo, con lágrimas en los ojos.—¡No te metas en lo qué no te importa! ¡Esto es una conversación entre Alara y yo!
Cuando él alza la voz, Alara se esconde detrás de mí, sollozando.
—¿No ves qué no quiere hablar contigo? ¡Déjala en paz!
—Alara, dile a este imbécil que se largue o si no...
—O si no, ¿qué? —enarco una ceja— Lárgate y no vuelvas jamás si no quieres que te mate a golpes, puedes tocar a quién quieras, pero con ella ni te atrevas.
—Alara...
—Ya lo oíste, Marco —sorbe su nariz—. Lárgate.
Niega, decepcionado.
—Eres una...
—¡Qué te largues! —no dejaré que la insulte.
Chasquea su lengua y decide irse a pasos rápidos hasta su auto. Espero a que lo encienda y que finalmente se largue.
Me volteo hacia Alara y la noto más tranquila, cuando trato de tocarla, ella da un paso hacia atrás.
—No me toques.
—¿Quién era ese idiota y por qué te agarró el brazo de esa manera?
Ella se queda callada y cabizbaja, noto que su brazo está marcado, estoy soltando humo por las orejas.
—Maldito, mira como te dejó el brazo... —trato de tocarla otra vez, pero esta vez reaccionó más agresiva.
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El jodido Karma de Dante
Romance«A pesar de que el karma siempre llegó en mis peores momentos, tú siempre estuviste ahí y soportaste la peor versión de mí. Tan sólo ver el azul en tus ojos, tu felicidad, de solo verte a ti... dejaría que la mala suerte me pegara millones de veces...