She Is.
The FrayAlara
Lo primero que pasa al entrar al despacho de mi padre, es mi madre corriendo hacia mí con lágrimas en los ojos. Cierro los míos con fuerza para no apartarme de ella.
Tú puedes, Alara. Tú puedes.
-Qué grande estás -se separa de mí y llena mi cara de besos-. ¿Te has alimentado bien?
-Sí, mamá...
-¿Y la universidad? ¿El trabajo? -me interrumpe y contengo mis ganas de reír, extrañaba sus millones de preguntas- Ay, hija, ¿no ves qué no te estás abrigando bien? ¡Te dará fiebre!
-Mamá, estoy bien -la tranquilizo-. Bueno, en realidad, he estado más o menos.
Mi papá coloca ambas de sus manos en los hombros de mi madre cuando se acerca. Ambos me miran con un deje de confusión y suspiro.
-Vine aquí porque ya estoy harta de fingir que estoy bien y que no pasa nada. Entiendo si me van a odiar después de contarles lo que me pasa...
-A ver hija, cálmate -mi padre sostiene mi mano mientras mi madre acaricia mi cabello, dirigiéndonos al sofá-. A pesar de todo, nunca te vamos a odiar -mira a mi madre-. ¿Verdad, cariño?
-Tu padre tiene razón, no tengas miedo de lo que nos vayas a contar, aquí estamos para ayudarte.
Siempre hemos tenido una buena relación, pero todo empeoró cuando dije que quería estudiar cine. Comenzaron las peleas, indiferencias, desconfianza... Pero me alegra que ahora mismo todo esté siendo como antes.
Nos sentamos frente a frente, teniendo la mesa que nos divide.
Juego con mis dedos, cabizbaja. Estoy más nerviosa que nunca por contarle esto a mis padres.
-Realmente no sé por dónde empezar, pero lo mejor sea que llegue al grano.
Asienten, coordinados y desconfiados.
-Bueno, desde que me fui, mi vida ha sido un completo desastre. Por suerte tengo el departamento que dejaron a mi nombre, porque si no fuese por eso, estaría viviendo en la calle.
-De verdad que lo lamentamos, hija -miro a mi madre-. Yo fui la que peor se comportó contigo, y si realmente vienes a quejarte por eso, créeme que te entendemos...
-No, no es por eso. Es... otra cosa.
Mis padres se miran otra vez y mi papá hace una seña para que prosiga.
-Al momento de entrar a la universidad, la cual tuve que pagar con mis ahorros al principio, fue todo muy divertido. Me sentía feliz y querida, algo que necesitaba en ese tiempo. Conocí a Claire, la primera que me recibió y que también me apoyó en todo. Salíamos juntas, hasta tuvimos pijamadas... Era increíble y me sentía feliz a su lado.
Me detengo por un instante y carraspeo, poco a poco me siento más confiada para hablar.
-De ahí conocí a Marco -siento asco al mencionar su nombre-. Que entró meses después a mi curso, con el tiempo nos hicimos amigos y luego novios.
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El jodido Karma de Dante
Romance«A pesar de que el karma siempre llegó en mis peores momentos, tú siempre estuviste ahí y soportaste la peor versión de mí. Tan sólo ver el azul en tus ojos, tu felicidad, de solo verte a ti... dejaría que la mala suerte me pegara millones de veces...