Despertar, abrir mis ojos y ver a Carlos dormido, es de los mejores placeres de la vida. Su respiración es lenta, se nota que está tranquilo. Va haciendo algunas muecas y eso ya significa que se va a despertar.
- ¿Mucho tiempo mirándome?
- Solo un poco.
- Es que soy irresistible.
La verdad es que si.
- Más quisieras, anda venga levanta.
Estamos en Madrid, he venido aquí a pasar unos días para estar juntos.
- Chiara.
- Dime, Carlos.
- Mis padres quieren conocerte. - me dice rascandose la nuca, señal de que está nervioso.
- ¿Enserio? - pregunto mirándole.
- Están deseando de hacerlo.
- Pues tendré que hacerlo, aunque me impresiona un poquito.
- ¿Por qué?
- El mismísimo Carlos Sainz me quiere conocer.
- ¿Así que te impresiona mi padre?
- claro. - asiento, y él se rie.
- Iremos a la hora de comer - me dice y yo asiento - Puede ser posible que también estén mis hermanas.
- Vale, estupendo.
- Carlos - le grito y escucho sus pasos.
- ¿Qué pasa?
- ¿Cómo crees que debo de ir vestida?
- Chiara, como tú estés más cómoda y te guste a ti - habla, y yo chasqueo la lengua.
- Pero es que...
- Pero es que nada Chiara, a mis padres les va a gustar igual. No se van a fijar en la ropa. Además, te pongas lo que te pongas estas guapísima.
- No creo que esté guapa con una bolsa de basura. - vacilo, y él se ríe.
- Pues yo digo que hasta con eso estarías guapa.
Me acabo poniendo un vestido blanco de mangas largas que me queda por encima de las rodillas.
- ¿Ves? Estás guapísima.
Yo sonrío y dejo un beso en su mejilla.
- ¿En la mejilla enserio? - se queja, pone sus manos en su cintura para besarme. - Chiara, me has dejado pintalabios en los labios - grita y yo rio.
- Por eso te di el beso en la mejilla tonto. - respondo, él niega con la cabeza - Anda ven aquí que te lo quite.
- A la próxima vez te pones pintalabios permanente para que te pueda comer bien a gusto la boca.
Estamos llegando a la casa de los padres de Carlos y estoy temblando un poquito.
- No estés nerviosa, Chiara.
- ¿Y si les caigo mal?
- Que tonta eres, no pienses eso porque no le vas a caer mal - comenta poniendo su mano en mi muslo.
- Vale.
Salimos del coche y la puerta principal se abre. Me muerdo el labio intentando no estar nerviosa y miro a Carlos que sonríe. Si es que él está disfrutando de verme así.
- Hijo - dice una mujer morena con el pelo liso y de estatura media.
Los dos se abrazan por un tiempo, hasta que la mirada de la madre cae en mi.
- Dime que ella es Chiara - apunta, Carlos asiente.
Se separa de su hijo y se acerca dándome un abrazo, que me pilla completamente desprevenida.
- Soy Reyes, su madre, menos mal que al fin te conozco.
- Encantada Reyes - muestro una sonrisa.
- Pero que bonita eres, ven vamos entra a casa - dice cogiéndome la mano.
Entramos en la casa, es muy bonita y grande. Me lleva hasta el jardín donde supongo que estarán los demás, así es.
- Mira Carlos, que nuestro hijo nos ha traído por fin a Chiara - comenta Reyes a Carlos, que está de espaldas haciendo una barbacoa.
En cuanto se gira, veo una sonrisa en su rostro y se acerca a mi.
- Carlos no para de hablar de ti - me dice su padre y yo sonrío.
Me da un abrazo y miro a Carlos, que nada más que hace reírse a carcajadas, y es que mi cara tendrá que ser todo un poema. Es que estoy abrazando al mismísimo Carlos Sainz, que ahora es mi suegro.
-¿Dónde estan Ana y Blanca? - pregunta Carlos a sus padres.
- No tardarán en venir - le responde su madre.
A los cinco minutos después aparecen las dos hermanas. Abren la boca al verme y vienen corriendo a abrazarme.
- Que ganas teníamos de conocerte - asegura Blanca.
- al fin mi hermano te trae - indica Ana, haciéndome reír.
Las dos tienen algunos rasgos parecidos a Carlos pero Blanca es la que más se parece.
- Vamos a sentarnos y hablamos - propone Reyes. - Carlos, hijo ve a ayudar a tu padre.
Carlos se ríe y niega con la cabeza mientras va con su padre.
- Dejaros de tanta cháchara que la comida está lista - nos dice Carlos padre.
Nos levantamos a colocar la mesa y cuando ya está todo listo nos sentamos a comer.
- ¿Este es tu último año de universidad? - me pregunta Ana y yo asiento - El mío también, ¿qué estudias?
- Medicina.
- Guay, yo estudio administración de empresa pero mi sueño es dedicarme a la moda.
- Eso de la moda siempre me ha llamado la atención, me gusta - admito, ella sonríe.
Blanca ya termino sus estudios y trabaja en los negocios familiares.
- Chiara, ¿Estás agusto? - me pregunta Reyes.
- Mucho, sois personas encantadoras - respondo, todos sonríen.
- Tú si que eres encantadora - me dice con una sonrisa - Carlos, la tienes que traer más - dice señalandolo con el dedo.
- Creo que la vais a querer a ella más que a mi - bromea.
- Puede ser - se burla Blanca, sacándole la lengua a su hermano y este rueda los ojos.
Pasamos prácticamente la tarde entera con ellos. En todo momento me he sentido súper cómoda, han estado pendiente de mi, por si necesitaba algo o quería algo, hemos hablado de muchas cosas y es una familia que aunque sea muy conocida, son de lo más sencillo y humilde que he conocido.
- Nos veremos pronto, Chiara - me dice Reyes abrazándome.
- Claro.
Me despido de las hermanas con un gran abrazado al igual que de su padre. Ana y Blanca me han caído genial, nos hemos intercambiados los números de teléfonos y hemos hecho algún que otro plan.
- ¿Todo bien? - me pregunta Carlos, una vez ya estamos montados en el coche.
- Todo súper bien, me ha encantado conocerlos.
- Has visto como ese miedo que tenías era para nada, están encantados contigo. - dice y yo sonrío. - Al igual de encantado que estoy yo, bueno yo más.
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una locura || Carlos sainz
FanfictionMónaco, sinónimo de locura, fin de semana del gran premio de Mónaco, fiestas, velocidad, peleas. Y dos personas destinadas a encontrarse por primera vez.