Una semana antes...
- Chiara ayúdame - grita mi madre desde el salón.
Me quito los auriculares dejándolos en la cama, pauso la música que suena a través de mi reproductor de música. Y bajo las escaleras encontrándome con mi madre en el salón y una enorme caja de cartón sobre la mesa.
- ¿Qué es eso? - pregunto señalando la caja.
- El árbol de Navidad.
- ¿Lo vamos a montar? - pregunto y ella asiente.
- Sí, que ya va siendo hora.
- Genial.
Las dos abrimos la caja y empezamos a montar el árbol, para después adornarlo.
- ¿Montando el árbol? - pregunta mi padre entrando por casa.
- Sí ven Matías, que falta la estrella - responde mi madre.
- Pues vamos a colocarla. Vamos Chiara, móntate en mis hombros.
Desde pequeña recuerdo que para poner la estrella en el árbol siempre me montaba en los hombros de mi padre, mientras que mi madre nos abrazaba a los dos como podía.
Acabamos de ponerla y nos echamos una de nuestras típicas fotos navideñas.
Para mis padres las navidades es una época muy bonita del año, yo creo que podría decirse que es una de sus favoritas. Siempre desean de que lleguen estas fechas.
Actualidad...
- Chiara - dice mi madre entrando a mi habitación.
- Dime.
- ¿Puedes acompañarme a comprar las cosas para la cena de esta noche? Aún no tengo nada comprado.
- Claro, ya voy.
Nos pasamos toda la mañana y parte de la tarde comprando cosas: la comida, los manteles, regalos. Todo lo necesario para una cena de Navidad.
- ¿A qué hora tenías que recoger a Carlos? - me pregunta mi madre, miro el móvil para ver exactamente la hora que me dijo.
- A las cinco.
- Pues vamos porque ya es casi la hora.
Vamos al aeropuerto de Bolognia y justo está aterrizando, así que no tenemos que esperarlo mucho.
Lo veo salir por la puerta y está guapísimo por favor. Este chico no sé como hace para siempre estar tan guapo. Se pasa la mano por el pelo y sonrío mirándolo.
Ahora solo tengo ganas de que me bese y no pare nunca.En cuanto me ve una sonrisa aparece en sus labios, me guiña un ojo y se acerca con un poco de rapidez para llegar hacia donde estamos mi madre y yo.
Me alza en brazos y me besa.
- Feliz Navidad, Chiara - me da un beso en la frente.
- Feliz Navidad, Carlos.
Cuando se separa de mi se acerca a mi madre y le da dos besos y un largo abrazo. Vamos de vuelta a casa y en todo el camino mi madre va hablando con Carlos. Me alegro mucho de que mis padres hayan decidido darle una oportunidad a Carlos y a nuestra relación, aunque si no se la daban, yo hubiese hecho lo que me hubiese dado la gana.
- Chiara, vendrán los abuelos y los tíos - me informa mi madre, cuando ya hemos llegado a casa.
- ¿Vendrá la nonna Paulina? - pregunto y mi madre asiente - Prepárate Carlos. - le digo y él me mira sin saber de qué hablo. - Ya conocerás a mi nonna - indico y mi madre ríe.
- ¿Pero para bien o para mal? - me pregunta mirándome.
- ¿Te han echado las cartas alguna vez? - pregunta mi madre mirándole y Carlos niega - Pues la nonna se encargará de echartelas.
Acabo de ponerme los pendientes frente al espejo, y por el reflejo puedo ver como Carlos no para de ir de un lado a otro. Esta nervioso y se le nota bastante. Creo que nunca lo he visto así de nervioso.
- Puedes parar ya - digo y él niega - Vas a hacer un boquete en el suelo.
Me acerco a él y lo abrazo. Él parece relajarse y suelta un suspiro.
- Estate tranquilo.
- Estás guapísima - dice mirándome de arriba a abajo.
Me he puesto un top blanco y unos pantalones anchos de tela rasa en negro.
- Tú también estás muy guapo.
Lleva una camiseta que resalta su cuerpo musculado y unos pantalones grises.
- Chiara, bajar que han llegado todos menos la nonna - avisa mi padre desde la planta baja.
Saludo a toda mi familia y les presento a Carlos, que al momento se pone a hablar con mi familia.
Suena el timbre y voy a abrir encontrándome a mi abuela tras la puerta de madera.
- Qué guapa estás, Chiara - exclama mi nonna con un cálido abrazo.
- Pasa nonna.
La veo recorrer con su mirada toda la mesa hasta que sus ojos se posan en Carlos.
- ¿Y ese chico?
- Mi novio.
Abre su bolso y saca las cartas poniéndolas encima de la mesa.
- Menos mal que las traigo.
Yo rio a carcajadas y ella me da un golpe para que me calle.
- No seas escandalosa niña.
- Carlos, te presento a mi abuela Paulina.
- Encantado señora - se presenta mi novio dándole dos besos.
- No me digas señora - le reclama mi abuela.
Hemos acabado de cenar y mis padres han preparado unas copas para tomar.
- Carlos ven acá - le dice mi abuela.
Carlos me mira y yo asiento con una sonrisa. Me acerco a ellos y me siento al lado de mi abuela y de mi madre.
- ¿Te han echado las cartas alguna vez? - pregunta mi abuela y Carlos niega - bien, entonces tendré yo ese privilegio.
Le da las cartas a Carlos para que las baraje y cuando cree que ya es suficiente se las da a mi abuela. Mi abuela empieza a ponerlas sobre la mesa y todo el mundo estamos pendiente de ella.
- Te digo lo que dicen las cartas. - dice mi abuela, Carlos asiente mirándola no muy convencido.
- vale.
- Las cartas me dicen lo que has pasado en tu vida. Te enamoraste de una persona y todo salió mal, has conocido a una persona muy importante para ti, con esa persona sientes algo más que pasión, y que vas a tener un futuro brillante pero no todo será perfecto.
Carlos abre los ojos ante las palabras de mi abuela y yo sonrío.
Creo que ha podido aceptar en todo.-¿Tú abuela es pitonisa?
- No, pero lo podria ser.
- De verdad que me ha dado miedo que sea capaz de saber todo eso.
- La nonna es así, cuando conoce a alguien le dice todo lo que supuestamente ella dicen las cartas.
ESTÁS LEYENDO
una locura || Carlos sainz
FanfictionMónaco, sinónimo de locura, fin de semana del gran premio de Mónaco, fiestas, velocidad, peleas. Y dos personas destinadas a encontrarse por primera vez.