26. Nuevo Comienzo.

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Pasaron algunos minutos después de que terminé la conversación con Tri, esperando a calmar mi respiración y que bajara la rojés de mis ojos, nariz y boca. Inhalaba y exhalaba para que fuera más rápido, mirando al patio trasero desde el lugar donde había permanecido desde hace ya un rato.

Las manos me temblaban y respiraba como un niño cuando su madre le regaña y hace un berrinche, algo parecido a un espasmo del sollozo, pero sin la coloración azul y sin dejar de respirar. Me dolía la cabeza y sentía pesado los hombros.

Subí a la habitación de Trina y entré a su baño, lavé mi rostro para entrar en sí, más rápido y coloqué un poco de crema hidratante, para después acomodar mi cabello y salir al patio trasero donde había dejado a Harry hace ya un buen rato.

Antes de cruzar la puerta inhalé fuertemente y exhalé sacudiendo mis manos, haciendo como si soltara lo que había adquirido adentro.

Salí y Tri salió tras de mi, tomo mi hombro y me lanzó un beso, devolviéndole una sonrisa.

Me acerqué a la mesa donde estaba Harry terminando su cerveza de hace un rato y se puso de pie para abrir la silla por mi y dejarme sentar.

-Lo siento- me reí- Trina tampoco sabía que renuncié al hotel y estábamos conversando un poco sobre el nuevo trabajo.

-No hay problema Saah, estuve charlando con ese sujeto, se llama David, es nutriológo- dijo riendo.

-Por lo menos no te aburriste- dije sonriendo débil- Amh, Trina me propuso quedarme esta noche aquí en su casa, así que no te preocupes por mi, cuando te vayas puedes bajar mi maleta del auto y mañana vuelvo a casa, quizá por la tarde para aprovechar el tiempo con ellos.

-Puedo venir por ti mañana si quieres, y vamos a comer- dijo tomando mi mano.

-Quizá si- dije embozando una leve sonrisa.

La fiesta de Richard siguió con normalidad, rompieron la piñata, cortaron el pastel y abrieron los regalos. Los invitados se comenzaron a ir al rededor de las nueve de la noche y entre ellos Harry.

Caminé hasta la entrada con él y lo acompañé al auto para que me pudiera entregar mi maleta. Era una noche fría, así que abrigué mis brazos con mis manos.

Él al verme, quitó su chaqueta y me la entregó a mi, negandome pero insistiendome en dos ocasiones más.

-Gracias Harry- dije colocándola. Me entrego mi maleta y se acercó a mi, dando un beso en mi mejilla.

-Descansa Saah- sonrio- Si necesitas que te recoja antes, llamame, y vendré por ti- asentí y sonreí.

Lo observé subirse a su auto y arrancar en dirección a su camino. Di media vuelta y camine en dirección a casa de Tri. Adentrandome y subiendo mi maleta a su habitación. Bajé para ayudar a limpiar el jardín, recoger las sillas, y quitar las tiras de globos que decoraban el lugar. Metí el resto del pastel a la cocina y los dulces que habían sobrado, dejando toda la basura lista en los botes para su recolección mañana por la mañana.

-Sarah- dijo Isabella.

-Hola preciosa- dije dándole una vuelta para ver los olanes de su vestido girar.- ¿Te divertite hoy?

-Si, fue una fiesta genial, mamá me dijo que quizá haga una así de grande para mi cumpleaños número siete- dijo mostrándome siete de sus dedos.

-Vaya, yo convenceré a mamá de que así sea- roce nuestras narices.- Ve a ponerte el pijama, ahora va mamá- sonreí lanzando un beso.

-Gracias por ayudarme- dijo Tri soltando un suspiro de cansancio mientras se sentaba en una banca.- Estoy exhausta.

-¿Mañana trabajas en el hotel?- asintió

Fuiste un Error   |Tom Hiddleston| [EN EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora