41. Verdades.

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Sarah.

Voy saliendo del hospital, Dennis ha llevado a Robert a Leicester, así que ahora tengo que ir para allá. Me siento más tranquila ahora que sé que Rob ya no estará en el hospital, su mejora fue muy satisfactoria, y podría ir a casa a descansar, mientras siga con algunos cuidados.

Su corazón se torna estable, los últimos estudios que se realizaron salen en parámetros normales, sin embargo, hay que tener cuidado con las emociones fuertes, llevar una vida calmada por un par de semanas y después podrá seguir con su vida normal.

No tengo tiempo de quitarme el uniforme, Richard amablemente ha estado esperando desde la mañana hasta ahora siendo pasadas de las seis de la tarde para llevarme a casa de Rob, y es descortés seguir haciéndolo esperar más. Entro a mi casillero y tomo mi bolso, y chaqueta. Quito la coleta de mi cabello y lo sacudo para que comience a tomar forma en suelto.

Salgo del hospital hasta llegar al estacionamiento y entro a un auto diferente, el que había conocido, ese Versa precioso, quedó completamente destruido en el accidente, así que en su lugar tenemos un Audi en color plata. Me siento en el lado del copiloto y le sonrió a Richard quien me mira con una sonrisa.

-Gracias por esperarme- digo mientras coloco el cinturón.

-No hay de que Sarah- enciende el auto.- Robert me ha llamado tres veces ya, preguntando si ya vamos de camino. Es tan impaciente, Dios, si ha espero más de año y medio, porque diablos no puede esperar unas horas más.

-Usar a Dios y al diablo en la misma oración no es muy bueno que digamos Richard- suelto una carcajada.

-Lo siento, es que Robert es muy intenso, incluso dijo que si no llegabas en un rato más, el vendría por ti.

-¿Enserio?- digo llena de curiosidad.

-No, eso lo invente yo, pero enserio esta muy emocionado de que llegues ya.

-Sólo estaré dos días, ¿que pasarán los siguientes días?.

-Es raro, pero sobrevivirá, de hecho, creo que la necesidad de verte ya, es por el tiempo que pasaron lejos, y ahora que ambos están pensando en retomar su relación, quiere tenerte cerca, tanto como le sea posible.

-Aún no hemos hablado de ello Rich, antes, debemos sincerarnos, hay muchas cosas que pasaron durante y después de nuestro alejamiento, necesitamos saber la verdad, antes de poder decir que tenemos una relación.

-Creo que ambos se aman tanto y tan intensamente que podrán superar eso y más Sarah.- asiento y miro a la ventana.

-Quizá- digo sonriendo y mirando mis dedos, largos, delgados, fríos.

-Dame- dice tomando mi bolso y el folder que llevo conmigo.-¿Que es eso?- dice volteando su cuerpo para pasar mis pertenecías a los asientos traseros del auto.

-Mi verdad- digo sonriendo ligeramente.

-Bueno, tendrán toda la noche para hablar, así que, vamos allá- Richard, comienza a poner en marcha el auto y conducir un aproximado de treinta minutos. Íbamos a Leicester, pero exactamente a Marylebone.

Digamos que es un distrito de Londres, un barrio, en realidad.

Nunca habia venido aquí, de hecho, mi estadía durante estos casi diez años en Londres se basaba en conocer algunas partes, pero había otras a las que no había llegado aún, ésta siendo una de las de la lista. Richard dice que es muy bonito, elegante, prospero. Por algo Robert lo considera su residencia principal.

Wimbledon queda en segundo lugar, aunque, no vuelva a estar ahí, debo decir que me encantó cuando lo conocí. Y es una tristeza, pero fue la decisión que tomó Robert al respecto.

Fuiste un Error   |Tom Hiddleston| [EN EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora