43. Volver A Ti.

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Sarah.

Entre sueños escuchaba una voz, comienzo a removerme en mi lugar y abro los ojos cuando sigo escuchandolas un poco más alta. Miro al techo y luego a mi lado derecho, donde se suponía que estaría Robert. Giro mi cabeza a mi lado izquierdo, y observó el reloj. La una de la tarde.

Me quito el edredón y bajo mis pies cerrando mis ojos para poner en orden mis sentidos. Me pongo de pie y camino fuera de la habitación para llegar al living, y ver a Robert caminando de un lado a otro con el móvil en la mano.

No hago ruido.

-¿No puedes posponerlo?, Michael, no, no quiero ni si quiera verla. Pero tú eres mi abogado, puedes decir que estoy indispuesto y posponerlo. Ya tengo planes, ¿tiene que ser hoy? Maldición, ahí estaré- cuelga y arroja el móvil al sofá, tomándose el cabello con desesperación y se gira de forma brusca para verme al filo de la pared y brincar sorprendido de mi figura.- Sarah- baja sus manos y me observa. Sus ojos más abiertos de lo normal y su pecho que subía y bajaba frenéticamente.

-Lo siento, escuché voces con mucho volumen y me desperté.

-Disculpame tú a mi, es sólo que Michael me llamó, dice que tengo que presentarme hoy para la interrogación de Margaret. Le dije que dijera que estoy indispuesto, pero el médico ya dio mi alta al expediente del caso por el accidente, no puedo librarme de eso.

-Descuida, si tienes que ir, hazlo- le sonrió, lo más sincera posible, trato de darle ánimos, aunque la idea no me agrada en lo absoluto.

Robert agacha su cabeza y se gira hacía el florero con tulipanes que me ha regalo hace unos días.

-Ven conmigo- dice de pronto girando y viéndome fijamente.

-Rob, no, yo no tengo nada que hacer ahí- digo mientras toma mi mano.- Es un asunto que sólo les compete a ustedes dos, ella tiene mucho que decir y yo, no estoy segura de querer... escucharlo.

-Es una mala idea-

-Ya lo sé cariño, pero, si lo vemos por otra forma, necesitaré una enfermera en caso de que me sienta mal.- alza sus hombros.- Por favor acompañame, no sólo como mi novia, si no como apoyo moral.

Suelto una carcajada y niego.

-Que conveniente- suspiro resignada- Esta bien, tomaré un baño rápido y nos vamos.

-Te recompensaré, te prometo- me da un beso en los labios y caminó rápidamente a hacer la limpieza de mi habitación, alistando la cama y abriendo las cortinas y ventanas.

Entro al baño y tomo una ducha rápida, menos de cinco minutos a lo mucho, al salir, me visto igual de rápido, jeans, una polo blanca y mi chaqueta de mezclilla. Dejo mi cabello suelto y tomo mis pertenencias. Mi libro, el que ha vuelto a ser mío, móvil, cartera, llaves y mi bolsa de maquillaje para hacerlo en el auto. Coloco mis tenis y roció perfume sobre mi. Me miro una última vez al espejo y doy el visto bueno, salgo no sin antes apagar las luces y desconectar la lámpara.

Camino por el pasillo de mi departamento y veo a Robert colocándose la chaqueta al filo de la entrada, ya está esperándome. Me dice que me comprará algo en un drivetrue para almorzar y salimos rápido del departamento. El tiempo nos está ganando.

Café y un croassant de jamón de pavo y queso americano.

Tras cuarenta minutos llegamos al lugar donde habían citado a Robert, ya estaba Michael esperándonos afuera y nos saluda amablemente a ambos, disculpándose con Rob por no haber podido hacer algo al respecto.

Nos pide que entremos y lo sigamos para comenzar con esto lo más pronto posible. Él esta igual de fastiado que Robert.

-Rob, vas entrar con ella y un oficial- le dice mientras caminamos por el pasillo, uno que huele a humedad y no está del todo limpio, observó el polvo en las esquinas y me hace comenzar a sentir ansiedad- todo el tiempo estarán grabando lo que digan, así que trata de obtener la mayor información posible y ser cuidadoso con tus palabras- nos detenemos y me siento incomoda, pero hago lo posible por lucir lo más tranquila posible- Sarah y yo estaremos detrás del cristal- obtengo su mirada, la de Rob, temerosa, llena de terror en realidad- descuida, estará bien- Robert me mira con preocupación y sólo asiento para darle seguridad.

Fuiste un Error   |Tom Hiddleston| [EN EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora