Grier Love

More Than Just a Kiss

Shirtless de Nash en multimedia. Para que se lo imaginen bien mientras lean. Luego entenderán...
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-¿Qué quieres estúpido?- le pregunte a Nash, apagando la música y quitándome los audífonos.

-Solo quiero hablar, Al- dijo él sentándose en la orilla de la cama. Yo me aleje lo más que pude de él.

-Ok. 1) no me llames Al. Y 2, ¿qué te hace pensar que yo quiero hablar contigo? ¡Me heriste, Nash!- le dije yo subiendo cada vez más mi tono de voz.

-Lo hice porque no quería hacerle daño a Hayes- dijo el, se vio como se iba a acercar a mi pero se arrepintió.

-Y decidiste herirme a mí- dije yo, sintiendo como mis ojos ardían, como querían venir las lagrimas.

"Tu eres fuerte" me dije a mi misma, "no llores frente a este idiota".

-Fue un error muy grande, Alice- dijo él con mucha tristeza en sus palabras.- no quise decirte tantas cosas horribles, es solo que...

-Nada, Nash, no sigas.- le dije yo muy frustrada- Todo lo que dijiste era cierto, y lo peor es, que lo merezco.

Una pequeña lágrima resbalo por mi mejilla, él la limpió con el dorso de su mano.

-No merecías nada, tienes razón soy un estúpido, idiota, hasta un cabrón si tu quieres- dijo el y solté una risita al final- yo te quiero, al parecer Hayes nunca lo hizo y...

-Acabas de decir lo que más temía- interrumpí yo.

Era cierto. Desde anoche he temido pensar en que, si me quiere matar, probablemente jamás me amo.

Rompí en llanto. Ya no importaba que Nash estuviera ahí. No importaba nada. Solo éramos yo y mis sentimientos.

-Shh- decía Nash acercándose a mi- no llores, yo estoy aquí. Yo te quiero.

Levante mi cabeza lentamente. ¿acaso dijo...?

-¿Me quieres?- pregunte con incredulidad.

-Mierda, si Alice- dijo él con ternura.

4 centímetros, 3, 2. 1 maldito centímetro. Después ya no había espacio entre nosotros.

El besó comenzó con ternura. Al principio dude en seguirlo, porque me juré a mi misma que no volvería a dejar que un Grier me hiciera sufrir.

Pero era Nash. El loco Nash, que también tenía un lado dulce y protector. Un Nash que llegué a querer.

Así que le seguí el beso. Puse mi mano en su nuca y lo acerqué más a mi, el puso sus manos en mi cintura.

Nos separamos para tomar aire. Esto era un error, no podía odiar a Nash y 3 segundos después besarnos como si nada hubiera pasado.

-Nash...- susurré sobre sus labios- no.

-Shh- me calló el con un beso más apasionado que el anterior.

Comencé a desordenar su cabello y profundizamos el beso. Comenzó a levantar mi blusa lentamente, tocando mi piel desnuda, después llego a mi brasier y sacó la blusa de la nada.

Nos seguimos besando. Me acostó en la cama y se puso sobre mi. Se quito la camiseta y yo admire su cuerpo asombrada.

Lo había visto así antes una vez que habíamos ido a la playa con Hayes. Pero ahora, estaba sin camisa para mi, para que solo yo pudiera admirarlo.

Acaricie su abdomen con mis manos y me mordí el labio. El comenzó a besarme el cuello, yo arañaba su espalda con mis uñas.

Paso un rato y ambos estábamos solo en ropa interior. El acariciaba mis piernas, mis brazos y me besaba como si no hubiera mañana.