Me gustan tus ojos...

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-¡Tia!- dije corriendo a sus brazos- cuanto tiempo sin verte. Llegue 3 horas después, hacía muchísimo más frío comparado con Arizona.

-Alice, como haz crecido- dijo ella. La tía Mell se parecía mucho a mi mamá: cabello rubio platino y ojos verdes claro. Las dos eran casi mellizas. La única gran diferencia era que mi tía no podía tener hijos, creo que por eso me adoraba tanto, porque me consideraba como su hija.

-¿Y Patrick?- Patrick era el 2 esposo de Mell. El primero me caía mejor pero la engañaba y ugh, muchas cosas más. En fin la tía era feliz ahora.

-Esta trabajando, pero llegará para la cena.- dijo ella con entusiasmo- venga vamos a casa.

El trayecto a casa fue algo largo pero valió la pena porque así nos pusimos al día.

En cuanto llegue a casa corrí a ver mi habitación. Era linda y colorida, las paredes eran moradas, tenía un escritorio, un balcón y mariposas pegadas a la pared, sinceramente, mejor de lo que imagine.

Comencé a desempacar con algo de música de Taylor Swift, ya casi había terminado cuando llegó Patrick y mi tía me llamó a cenar. Todo estuvo tranquilo y la cena deliciosa. Cuando volví a la habitación decidí ponerme el pijama para estar más comoda. Un rato después tocaron la puerta e invite a pasar. Era mi tía.

-Cariño, vine a decirte algunas cosas.

-¿Si?-dije yo sentándome en la cama y luego mi tía.

-Mañana es tu primer día. Luego traeré tu mochila con tus cosas. Entras a las 8:00.- repaso ella.

-¿Qué escuela es?- pregunté

-Davidson Day School, es muy buena.- luego revisó su muñeca donde traía un reloj- ya es tarde y deberías dormir- me dio un beso en la frente.- buenas noches, Ali.- dijo y apago la luz para salir de la habitación.

-Buenas noches- dije en voz baja. Cerré los ojos y me quede dormida.
**********
Al día siguiente me levanté, me di una ducha rápida y me cambie. Bendito Dios que no llevábamos uniforme. Me puse una falda negra con una blusa blanca 3/4, mallas negras, botines negros y obvio, un beanie gris.

Bajé a desayunar y el tío Patrick estaba por irse en ese instante a trabajar, me despedí rápido y se fue.
Desayuné lo más rápido que pude mis hot-cakes para no llegar tarde.

Termine y fuimos al auto.
La escuela estaba a solo 10 minutos de ahí, era muy grande y tenía un gran campo de football americano (chicos lindos).

-Suerte- dijo mi tía- y por favor se buena-me reí ante eso.

-Claro que si- bajé del auto.

Cuando entré todos estaban conversando, algunos me veían raro pero creo que era lo normal siendo la nueva, y teniendo el cabello rosado.

Pero no era la única, vi a una chica con el cabello morado y un chico con el fleco verde.

Iba caminando despistada cuando la puerta del baño de chicos se abre y me golpea la frente. Me caí y conmigo mis cosas, esto dejaría un morete.

-Lo siento muchísimo, ¿estas bien?- dijo el chico que me golpeó.

-No lo creo- dije yo. Estaba mareada y veía borroso, pues de que era la puerta ¿ladrillo?

-Ven, levántate te llevaré a la enfermería- dijo el tomándome del brazo.

-Aléjate de mi, idiota- le dije yo, pero en realidad si necesitaba su ayuda.-esta bien- le dije, pero cuando me había tomando del brazo me desmayé.
***************
Desperté en un pequeño cuarto y supuse que esa sería la enfermeria. Que vergüenza, me desmayé en mi primer día.

A lado de mi estaba el chico. No había notado lo lindo que era por el golpe de la cabeza, aún no me sentía tan bien.

-Hola- dijo el- ¿te sientes mejor?

No sabía que responder, el era demasiado lindo.

-Si... Me gustan tus ojos- ¿enserio, me gustan tus ojos? Digo me encantaban. Eran de un azul clarísimo y muy, muy brillantes.

-Gracias- dijo el bajando la cabeza. Al parecer no se sorprendió con el comentario.- Me llamo Hayes Grier.

-Alice- dije estrechándole mi mano- Alice Herondale.- ¡Diablos, la escuela!- ¿Me perdí muchas clases?

-Solo las primeras 4- dijo el- pero tranquila, al parecer voy en todas tus clases y les explique a los maestros lo que paso- me tranquilicé.

-Menos mal que no perdiste clases por esto tu- dije yo tratando de levantarme.

-Pero vine a visitarte entre cada clase-
Dijo el con la cabeza gacha.

Era aún más lindo así, no pensé que me gustara nadie después de dejar a Preston allá pero Hayes era muy tierno... Demasiado.

-Gracias, eso es muy lindo de tu parte.

-Así que ¿ya no soy un idiota?- dijo el riendose.

-Nunca lo fuiste en realidad-nos reímos juntos. Sonó el timbre de la escuela- ya no me puedo perder más clases.- Esta vez si me levanté.

-¿Puedo hacer algo por ti?- Dijo Hayes levantándose de su silla.

-Puedes darme tu número.

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