42. Wake up

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"Las mejores personas poseen sensibilidad para la belleza, valor para enfrentar riesgos, disciplina para decir la verdad, capacidad para sacrificarse

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"Las mejores personas poseen sensibilidad para la belleza, valor para enfrentar riesgos, disciplina para decir la verdad, capacidad para sacrificarse. Irónicamente, estas virtudes los hacen vulnerables; frecuentemente se les lastima, a veces se les destruye". -Ernest Hemingway.

Para entender realmente lo que sucede con alguien, deberás tener la imagen completa. Como un doctor al que observo en este instante, a quien sus pacientes juzgan de antipático, sin saber que sufre dolores constantes en su cuerpo, gracias a un severo accidente ocurrido años atrás. O a la mujer que camina sola por la calle, repitiendo palabras en susurros. Todos la tachan de loca, ignorantes de que canta la canción favorita de su hija fallecida, a quien no desea olvidar nunca. No debes asumir jamás pensamientos sobre la vida de alguien más, pues puedes equivocarte. Y esto aplica incluso cuando conoces a la persona, pues todos guardan secretos. Algunos dolorosos, otros macabros, unos inocentes, otros tan oscuros como yo misma. Abre bien los ojos, pero no juzgues sin saber. Es el mejor consejo que puedo darte, pues como has visto, también guardo misterios dentro de mi interior.

Mi visión se centra en un consultorio, dentro de un centro de rehabilitación, rodeado de naturaleza y paz. Un hombre yace, recostado sobre un sofá de cuero, mientras otro más lo observa, con un cuaderno descansando sobre su regazo y un lapicero repiqueteando sobre su barbilla.

—¿Cómo te sientes, Levi? —Pregunta, luego de no obtener ningún tipo de interacción.

—Como una mierda, gracias por preguntar. —Rezongó él, tendido en el diván, con las manos cruzadas sobre su vientre.

—Es normal, tu cuerpo se está acostumbrando al medicamento. —Notó el profesional.

—¿Lo es? Qué bien, ahora me siento más aliviado. Cuerdo, incluso. —Expresó sin interés. —¿Puedo irme ya?

—No. Así no funciona esto. Menos, después de la farsa que montaste meses atrás. Si hubieras sido honesto conmigo, ahora no estarías aquí. Todo sería más fácil si hubieras admitido antes tu desprecio hacia las pastillas, las repercusiones de tu trauma y demás, y no simplemente haber dicho que lo tomabas, sacando síntomas y experiencias de otras personas del internet para engañarme. —Denotó observándolo con rudeza.

—Tienes razón. Si hubiera sido honesto desde el principio, muchas cosas no habrían sucedido. Me habría rendido ante mi primer error garrafal, y hubiera caminado lejos. —Dijo, recordando momentos pasados. —Se supone que uno debe escoger sus propias batallas. Escogí mal y dañé a muchos en el camino. —Acordó con tristeza.

—Aceptarlo e intentar mejorar, es un paso importante.

—Sí. Lo acepto y trabajaré en mis fallos para ser mejor. —Respondió con tono esperanzado. —¿Puedo irme ahora?

—Podemos seguir con este mismo debate por horas, y la respuesta seguirá siendo no.

—Le quitas el lado divertido a la vida, ¿sabes?

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