Varios estudios afirman que, cuando las personas enfermas se encuentran al borde de la muerte, tienden a tener días en donde su ánimo regresa; vuelven a ser ellos mismos, se divierten, ríen y conversan. Como si, el lúgubre manto de la sombría parca que comienza a cubrirlos, desaparece para que llegue a ellos un poco de luz. Curiosamente, en China, a esto se le conoce como "el último rayo de sol". Este periodo tiende a dejar un impacto en los seres queridos, pues son instantes de alegría que atesorarán cuando su ser amado haya desaparecido de este mundo. No te asustes, es sólo un dato que me parece curioso, pues creo que este término también puede ser aplicado a momentos felices que preceden a algún tipo de desgracia. Por supuesto, no es algo que suceda siempre, pero nos recuerda que nada en esta vida debe darse por sentado.
Hoy, es un día un tanto especial, mi querida muchacha de cabellos tan oscuros cual plumaje de cuervo posado erguido sobre busto de Palas Atenea, cumple hoy un año más de existencia en este mundo. Un motivo para los humanos de ruidosa celebración y agasajo. Sin embargo, no encuentro nada de eso cuando arribo a mi hora especulada este diez de febrero. Sólo la veo a ella, sentada cuál flor de loto frente a la pequeña mesa de su sala, rodeada de crayones, pinturas y marcadores, sumida en el diseño de sus bosquejos para presentarlos en la siguiente semana. Frente a ella, se alza su avejentada computadora, en donde la observa con compasión una rubia de ojos celestes, mientras bebe un café frío y suspira siguiendo el movimiento de la cola de un travieso gato que clama por atención.
—¿Cómo vas? —Pregunta su amiga, rompiendo el sepulcral silencio.
—Sólo termino los detalles de este, lo dejo secando para mañana, y ya podemos hacer nuestro maratón de películas. —Responde, tratando de apresurarse.
—Mira, no me molesta pasar este rato contigo, pero, hoy cumpliste veintitrés, ¿no crees que deberías estar divirtiéndote en otro lugar? Hay muchas y mejores cosas que hacer que estar sentada en tu casa, festejando a través de una triste video llamada. Hasta haber ido a estudiar habría sido más entretenido, al menos ahí verías a más gente.
—De hecho, no, ahí sólo hay gente que prefiero evitar. Y todos los que valen la pena están lejos o tienen mejores cosas que hacer. —Notó en un suspiro. —Levi está en Mitras atendiendo cosas de su trabajo. Mamá me llamó en la mañana para saludarme y "darme su bendición", que en realidad fue un sermón de media hora sobre lo importante que es la familia. Armin me trajo helado y unos chocolates y se disculpó por no poder hacer más por mí, ya que debía acompañar a su abuelo a un chequeo médico y en la noche tenía que ir a clases. Sasha tenía turno doble en el restaurante, me mandó un mensaje y un cupón para un almuerzo, que decidí cambiar de inmediato. —Dijo, enumerando con los dedos de su mano a cada individuo mencionado. —Entonces preferí quedarme en casa, avanzar con mis diseños y hacer un maratón de películas con la persona que me queda, mi mejor amiga. —Señaló sonriente, alzando el meñique.
—Chico punk ha perdido muchos puntos el día de hoy. No puedo creer que no se haya dignado a llamarte en todo el día, y ni siquiera pudo mandar un triste regalo.
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Night Changes
FanficUna cita a ciegas puede salir muy mal... o quizás no tanto. Un match en Tinder podría dar inicio a una historia realmente interesante, o ser el encabezado de una tragedia en los titulares. Hay muchas cosas que suceden por la noche, algunas buenas, o...