PENTHOUSE

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- Pásame esa pelota que se parece a tu cabeza - fulminé con la mirada a mi hermana que sonreía divertida con las manos extendidas.

- ¿Vas a ayudarme? ¿o vas a hundirme la autoestima?. - dije lanzándole con fuerza el balón que atrapó sin problemas.

- No es mi culpa que tengas la cabeza como un balón de fútbol americano. 

- Lo dijo la que tiene cabeza de balón de baloncesto. - le saqué la lengua.

- Lo que tengo igual que un balón de baloncesto son las...

- ¡NIÑAS! - escuchamos la voz de mamá tras la puerta.

- Lo siento mamá - se disculpó en voz alta Jisoo.

- Li sienti mimi... - la imité burlándome de ella.

- ¡LALISA! No le hagas burla a tu hermana.

- Sí mamá... - dije ganándome las carcajadas de mi hermana y un "te lo mereces" gesticulado en sus labios.

Ambas seguimos guardando las cosas en cajas mientras bromeábamos. Antes de marcharme, había traído algo de ropa y algunas de mis pertenencias a casa de mis padres, así que ahora debía empacarlo todo para poder trasladarme a ese pintoresco piso al que iba a mudarme.

- Bueno, con esta última caja ya lo tenemos todo ¿no? - preguntó mi hermana sacudiéndose las manos.

- Sí, creo que está todo listo. - dije cerrando la puerta de la camioneta de Jisoo.

- Papáaaaaaa - gritó mi hermana - el patito y yo nos vamos. ¿Vienes?.

- Vooooooyyyyy - se oyó su voz desde la cocina.

- ¿Qué os he dicho de gritar en casa?. - mi madre salió al jardín haciéndonos reír mientras tiraba de nuestras mejillas.

- Mamá sigue tratándonos como si tuviéramos 5 y 6 años. - murmuró mi hermana por lo bajo mientras yo asentía.

- Y seguirá siendo así hasta que no me traigáis una buena mujer que me dé nietos a quienes pueda tratar así. ¿Me habéis oído? - ambas rodamos los ojos a sus espaldas. Mamá tenía esta manía de seguir tratándonos como bebés - Y no me rodéis los ojos.

- Pilladas - papá susurró a nuestro lado haciéndonos reír.

- Ven aquí hija - mi madre me atrajo en un abrazo fuerte y firme. Me apretujó tanto que pensé que en algún momento acabaría sin aire. - Recuerda comer y ducharte y lavarte los dientes y desayunar muy bien y comprar fruta y verduras y no olvides bajar a Love a pasear, recuerda que...

- Mamá por favor. - deshice el abrazo - Ya he vivido sola ¿recuerdas? Tengo 25 años, sé cuidarme sola. - mi madre rodó los ojos - Además, estamos en la misma ciudad, voy a seguir viniendo y tu vas a poder ir cuando quie... mejor avísame antes de venir. - dije pensándolo mejor.

- Bien hecho, si no mamá aparecerá en medio de alguna escena traumática - Jisoo chocó los cinco por la espalda con mi padre.

- ¿Qué dijiste? - mamá la fulminó con la mirada.

- Que ya tenemos que irnos mamá. Lisa debe firmar el contrato del departamento a las 11h y son las 10:30.

- Está bien, está bien. - ella rápidamente besó nuestras mejillas y nos empujó en dirección a los coches.

- Love, ¡vamos! - llamé a mi perro que dio un salto al asiento de mi Mustang del que enganchado en un remolque llevaba la moto - los sigo.

Mientras conducía desde las afueras hasta el centro de Nueva York, no paraba de pensar en cómo sería mi vida ahora. Había encontrado este apartamento gracias a Jin y a mi hermana. Sin duda había sido una ganga, y por un buen precio lo había comprado, quedándome suficiente dinero de mis ahorros para tirar una temporada hasta que pensara qué demonios iba a hacer con mi vida. Solo tenía que hacer una pequeña remodelación en el salón para obtener una segunda habitación, y según mis cálculos, aún me sobraría dinero. Mamá se había ofrecido a ayudarme, pero como siempre, rechacé su ayuda. Si algo había aprendido de la abuela era que había que buscarse la vida sola. 

If you say soDonde viven las historias. Descúbrelo ahora