Nosotras

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Fuertes y desesperados lametones llenos de babas me despertaron por la mañana. Cuando por fin conseguí abrir los ojos a carcajadas me encontré con la mirada expectante de Love. Parpadeé un par de veces, tratando de poner en orden mis ideas mientras admiraba todo a mi alrededor y acariciaba al perro. Sí, definitivamente esta no era mi habitación. Busqué entre mis recuerdos mientras me frotaba los ojos y me limpiaba las babas de Love con la manga del pijama que llevaba puesto, que tampoco era mío. Un olor a jazmín y frutos del bosque me invadió. Ahora lo recordaba...

Flashback

- Tenemos que irnos, patito - dije una vez que colgué la llamada.

- ¿Tenemos que irnos realmente? Yo... quiero estar aquí contigo - murmuró en mi cuello haciéndome cosquillas.

- Todos necesitan saber que estás bien - ella gruñó como una niña pequeña - Hey... si no hubieras huido nada de esto habría pasado - traté de sonar molesta. - aunque no pude evitar la sonrisa que se formaba en mis labios.

- Menos mal que he huido y has sido tú quien me ha encontrado - dijo separándose de mí. La observé atentamente mientras ella dejaba caricias suaves con su pulgar en mi mejilla. - Rosé... - susurró. Nunca creí que mi nombre sonara tan bien en su voz. - Me gustas - dijo mirándome fijamente - Me gustas mucho y yo... no sé muy bien qué hacer ahora, porque sé que esto puede ser nuevo para ti, pero...

- Tendremos esa conversación después ¿está bien? - dije no queriendo pensar en los siguientes pasos, solo quería disfrutar de este momento. Ella asintió con una leve sonrisa - Ahora sólo vamos a casa.

Ambas salimos de la fábrica junto a Love. Durante el trayecto compartimos miradas y sonrisas tontas. Lisa besó mi mano en alguna ocasión mientras yo conducía y yo dejaba leves caricias en su nuca logrando que esa sonrisa bobalicona permaneciera en sus labios. No nos decíamos nada, pero el silencio no se sentía incómodo, era como si las dos quisiéramos conservar este momento en nuestros recuerdos. 

Bajamos del coche y subimos en el ascensor tomadas de la mano, perdiéndonos en la mirada de la otra. Me sumergí en el gris de sus ojos por lo que me parecieron horas, maravillada por el brillo especial que desprendían... Sólo fuimos conscientes de dónde estábamos cuando el "Ding" del ascensor indicó el último piso.

Lisa fue la primera en salir seguida de mi y de Love en dirección hacia la puerta de su departamento, pero tiré de ella hacia el mío. 

- Espera - dijo deteniéndose cuando iba a introducir la llave en la cerradura. Volteé confundida y sentí sus labios sobre los míos moviéndose suavemente. Correspondí el beso de la misma manera y con la misma intensidad, afianzándome a su cuello, tratando de profundizar aún más. Aquel beso causaba estragos en mi corazón que no paraba de latir con fuerza, como nunca antes lo había hecho. Besar a Lisa era el paraíso. Tuvimos que separarnos porque el aire se hacía necesario, sin ganas realmente de abandonar nuestras bocas... Ella apoyó su frente sobre la mía y sonrió. - Gracias... gracias por todo. - susurró.

- No tienes por qué - respondí en otro susurro.

- Eres preciosa - dijo haciéndome reír dejando otro beso en sus labios.

- ¿Entramos? - ella asintió y ambas nos separamos, pero antes de que yo pudiera acercarme a la puerta ésta se abrió.

- ¡VOY A MATARTE! - una enfurecida Jisoo salió por la puerta a la vez que me atravesaba rompiendo el contacto de mi mano con la Lisa. Una avalancha de gente salió por la puerta en dirección aJisoo y su hermana exclamando reclamos. Salí de mi estupor y sonreí cuando escuchó a Lisa soltar un "Si tú lo dices" y quejarse luego, diciendo que no podía respirar.

If you say soDonde viven las historias. Descúbrelo ahora