Me gustas

824 81 104
                                    


No había podido quitarme a esos niños de la cabeza desde que Lisa me había llevado a aquella fábrica del Bronx. No había dejado de pensar en la conversación con ella y en sus palabras "Puedes ser el modelo que quieras ser" y por supuesto su "me gustas" que luego vino acompañado de un "cuando no eres una niña pija". Dar vueltas por mi departamento no estaba siendo suficiente para calmar al demonio de Tasmania que quería salir por todas partes. 

Por suerte tenía turno en la cafetería, por lo que tomé mis cosas y salí de allí, encontrándome a Jimin que me acompañó. No sé exactamente de qué habló porque mi cabeza estaba demasiado ocupada con mi mono tema favorito: Lisa.

Estaba demasiado confusa con todo lo que estaba pasando a mi alrededor, en especial con Lisa, quien parecía rescatarme en los momentos correctos y aquello me daba miedo. No podía quitarme de la cabeza sus labios, aquellos que había ansiado probar, ni tampoco su cuerpo desnudo, ni su sonrisa bobalicona... Diablos, ella era hermosa pero yo tenía estos sentimientos encontrados con los que no sabía muy bien qué hacer. ¿Debía lanzarme y simplemente besarla? ¿Debía dejar todo esto de lado? ¿Qué era lo mejor? Yo era experta en cargarme todo lo bueno que había a mi alrededor y no tenía dudas de que en algún momento arrasaría con ella... pero por alguna razón que empezaba a sospechar, mucho tenía que ver con Lisa, yo quería ser mejor... quería darle lo mejor de mí, aunque no sabía siquiera por dónde empezar.

"Niña pija..." Quizá este era un buen comienzo ¿cierto?.

- ¿Quieres dejar YSL? ¿Estás loca? - la voz de mi hermano me hizo volver a tierra.

- No quiero dejarlo. Solo quiero cambiar el tipo de contrato. No quiero exclusividad con ninguna marca.

- YSL paga más que muchas marcas.

- Pero impide que mi imagen sea buscada por personas que no pueden permitirse esta marca. - recordé lo que dijo Lisa "¿Qué pensarían tus fans del Bronx?"

- Un momento... - dijo arrimándose al mostrador. - Estoy ok con que sigas trabajando en la cafetería, porque parece que te está viniendo de lujo. Pero lo de dejar YSL es una maldita locura, Roseanne - le hice un gesto para que se apartara y pudiera atender a un cliente que primero se quedó impactado, supongo que pensando que era demasiado raro encontrarme allí y finalmente dando por perdida la batalla, como si aquello fuera una locura. Eso me resultó divertido, sentía que ahora mismo podía ser yo misma y no necesitaba ser aquella chica que todos pensaban conocer.

Y todo había sido idea de Lisa... otra vez ella en mi cabeza. 

- ¿Rosé? - mi hermano movió la mano delante de mi rostro y chasqueó los dedos. 

- No, - sacudí mis pensamientos - lo que digo es que me hace menos accesible. Me hace parecer una niña pija tonta que no tiene otra cosa que ponerse que esto - señalé mi vestuario con el logo de, valga la redundancia, YSL cubierto por el delantal de la cafetería.

- Ok ok, ¿entiendo que ahora quieres relacionarte con el pueblo?

- Estás siendo idiota.

- Entiendo el punto Rosie, de verdad. Pero... no lo sé. Es algo grande lo que me pides hacer.

- Hyeri siempre me ha propuesto ayudarla con sus campañas. Jennie me ha dicho que Chanel se muere porque haga alguna publi y supongo que eso está bien... Si sólo puedo apostar por un tipo de público o marca estoy frita.

- Tu tipo de público es exclusivo. Y esas marcas también lo son.

- Sí, pero quiero ser algo más que eso. - bufé tomando otra bandeja para recoger algunas mesas.

If you say soDonde viven las historias. Descúbrelo ahora