Valiente

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"Si tú lo dices..." Esa frase llevaba rondando mi cabeza desde hacía un par de noches. Solté aire totalmente agotada... no había dormido absolutamente nada y todo porque no podía quitarme de la cabeza el beso de Lisa y la forma tan estúpida en que todo se torció. Y lo que más me jodía era que había sido mi culpa...

El timbre de mi departamento sonó. Corrí con la esperanza de que fuera Lisa, pero en su lugar encontré a mi hermano quien me sonreía divertido.

- Cuanta emoción por verme - dijo burlón. 

- ¿Qué haces aquí?

- Maldita sea, Roseanne. Es noche buena, idiota.

- Oh... - me fijé en su jersey navideño y bufé caminando hacia el sofá abrazándome a un cojín.

- De acuerdo... ¿qué pasa?. - me miró con el ceño fruncido.

- ¿Qué pasa de qué?.

- Pues tienes cara de que algo te preocupa. Conozco esa mirada y algo ha pasado, así que desembucha.

- No ha pasado nada, solo estoy agotada.

-¿Otra noche de sexo salvaje con algún idiota como regalo por adelantado de navidad?.

Bufé poniéndome en pie y tomando de la mesa una taza de café. Ignoré el comentario de mi hermano y salí a la terraza, apoyándome sobre la barandilla mientras observaba la calle.

- Así que es más gordo de lo que estaba pensando... - dijo apoyándose también en la barandilla.

- ¿Qué? No digas tonterías...

Bebí un sorbo de mi café y bajé la mirada en cuanto divisé una bolita de pelo dorada con un bufanda roja al cuello, junto a una chica con una gorra y un suéter rojo que caminaba por el parque con una mano en el bolsillo de su abrigo y con el cachorro en el otro brazo.

Resoplé... ¿cómo iba a acercarme a ella después de lo de ayer? ¿Qué le diría?.

- ¿Sabes? Por cómo la miras... diría que te has enamorado - sentí los brazos de mi hermano rodear mis hombros y dejar un beso en mi cabeza.

- ¿Qué estás diciendo? - le dije girándome hacia él.

- Roseanne... no soy idiota. 

- No sé de qué me hablas...

- Claro que lo sabes. Lalisa Manobal te tiene como idiota desde que la conoces. Y eso hermanita, es un hecho indudable. Lo que estaba esperando es que desembucharas por ti misma pero parece ser que no.

- Ugh... - me recosté sobre su pecho dejando que él acariciara mi cabello. - No tiene caso. Yo no soy lesbiana. Puede que sienta una atracción a ella... quizá porque me causa curiosidad el hecho de que tenga... ya sabes... pero nada más.

- ¿Tú crees? Yo puedo ver claramente a mi hermana demasiado enamorada y eso me parece lindo. ¿Por qué estás sufriendo? ¿Por qué no lo admites?

- Soy hetero... 

- ¿Ah sí? Pues entonces por qué estamos hablando de esto. Seguro que solo la admiras. - se encogió de hombros. - Tú eres súper hetero... vamos... tan hetero que no te importará que esa chica de allí se ligue a Lisa. - me asomé rápidamente a la barandilla observando cómo la pelinegra tomaba un taxi junto a Love, pero a su lado no había ninguna chica.

La risa de mi hermano hizo que el rubor asomara en mis mejillas por ser descubierta y por la rabia que me producía que me lo hubiera arrancado de esta manera.

- Desembucha ya. Hetero... - rio divertido.

- Bueno... no lo sé. Nos besamos ayer - dije soltando un suspiro.

If you say soDonde viven las historias. Descúbrelo ahora