Un vistazo a tu armario

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Salí a correr por la mañana con Love para intentar despejar mi mente de aquellas tres cosas recurrentes que rondaban en mi cabeza en bucle: ojos color chocolate, cabello rubio y una sonrisa. "Mierda" bufé una vez más deteniéndome, notando como mis pulmones clamaban por oxígeno. Desde nuestra cena improvisada hacía unos días no había podido quitarme su imagen de la cabeza. Todo esto era extraño. ¿Cómo se podía sentir una conexión con alguien con quien habías compartido tan poco? 

- Ni siquiera sé su nombre - suspiré - Estúpida, estúpida y más que estúpida - me dije a mí misma.

Love se paró en seco haciendo que tropezara.

- ¿Se puede saber qué demonios haces? - observé cómo movía la cola efusivamente mirando en una dirección.

Saliendo de la cafetería con un vaso de café, "Latte" me recordé, iba mi vecina vestida con unos vaqueros ceñidos, unas zapatillas blancas Stan Smith y una sudadera gris. "Mi sudadera", sonreí. Love volvió a tirar de mí haciéndome perder el equilibrio y ladrando como loco.

- Por favor, cállate Love. Por favor - supliqué, pero él decidió ignorarme. Volví la vista hacia donde había visto por última vez a mi vecina pero ella ya había desaparecido. - Menos mal.

- ¡Hola hermoso! - me giré pegando un brinco observando a la rubia en cuclillas acariciando a Love. - Hola, rarita - sonrió. "Diablos", ahí estaba esa sonrisa.

- Hola niña pija, bonita sudadera. - me burlé haciendo que ella enrojeciera. Ese era el gesto más bonito del mundo... me apunté un tanto por haberlo conseguido.

- Gracias, se la robé a una anti-YSL - trató de seguir la broma - Te la devolveré - dijo tímida.

- No te preocupes, te... te sienta bien - tartamudeé sin saber por qué.

- ¡Hola! - me tensé, conocía esa voz.

- Hola - me giré agrandando los ojos tratando de que él se diera cuenta de que debía disimular.

Mi vecina me observó fijamente - ¿Tú no eres el chico del otro día? - ella era demasiado lista como para engañarla.

- Eh... yo... - Jungkook tartamudeó. Genial... lo que me faltaba.

Ella me observó molesta y golpeó mi hombro - ¡Hiciste trampa! - bufó enfadada.

- No, yo...

- ¿Lo negarás? - resoplé cerrando los ojos. - Lo sabía, sabía que no habías jugado limpio. Hiciste que limpiara eso yo y... y...

- Oye... a mi favor diré que te ayudé.

- ¿Porque no podías más con la culpa? - me escudriñó con la mirada.

- Pillada - susurró mi amigo.

- No te metas - dijimos las dos al mismo tiempo.

- Oye... escucha...

- Es increíble... no me puedo creer que pensé que eras trigo limpio.

- Oye, tampoco es para tanto es...

- Te aseguro que cobraré venganza de esto - dijo señalándome con el dedo y yo tragué en seco.

- Pero...

Ella negó con la cabeza, acarició a Love con dulzura y luego se giró con aquella actitud de diva, perdiéndose por la calle principal.

- Wow... si no fuese gay me habría enamorado.

- Idiota - lo miré golpeando su hombro. - ¿No sabes disimular?.

- Oh, vamos... ¿vas a enfadarte conmigo?.

If you say soDonde viven las historias. Descúbrelo ahora