If you say so

Rompiéndolo todo (Parte II)

- Lo rompí todo... - sollocé en el teléfono. - Se acabó...

- Rosie... - la voz de Jennie trató de consolarme. - ¿Qué has hecho?

Flashback

El corazón parecía que de un momento a otro acabaría saliéndose de mi pecho o quizá colapsando por lo rápido que latía. El vuelo había sido de todo menos placentero. No había podido evitar comerme la cabeza durante todo ese tiempo, abstraída en mis pensamientos...

Pasaba por tantas emociones que creí que acabaría volviéndome loca. Por un lado estaba aquella parte de mí que creía incapaz a Lisa de hacer algo así, y entonces aquella parte de mí se reía de la otra con una sonrisa burlona... mientras que la otra parte, la que creía en lo que sus ojos habían visto, estaba hecha una furia y completamente rota...

Cuando bajé del avión, corrí atravesando a toda la gente, sin importarme los tropiezos que ocasioné, sin importarme los improperios que soltaron por mi falta de educación. Tomé el primer taxi que encontré en dirección a ese edificio que Lisa y yo compartíamos, sintiendo mis manos cada vez sudar más, mi cuerpo cada vez temblar más y las punzadas en mi corazón cada vez ser más intensas.

Subir en ese ascensor había sido una completa tortura... me sentía enjaulada, agobiada, al borde de un ataque de ansiedad de solo pensar que afrontaría la verdad, cualquiera que fuera con tal de apaciguar mi mente y dejar de cuestionarme cosas para las que ni yo misma tenía respuesta.

Abrí la verja del ascensor con toda la fuerza que pude y caminé tirando de mi maleta hacia la puerta de Lisa. El temblor de mis manos era tan incesante que yo no conseguía levantar el brazo para tocar la puerta. 

Solté aire y traté de respirar profundamente, aquello siempre me ayudaba cuando estaba nerviosa antes de subir al escenario, pero mierda... esto era como ir al maldito matadero sin ningún tipo de anestesia. 

Levanté la mano, y toqué el timbre sintiendo mi corazón estrujarse aún más. Pude escuchar las patitas de Hank y las grandes pisadas de Love acercarse a la puerta a la vez que ambos ladraban reconociéndome. Y entonces... seguido de aquello, escuché su voz pidiéndoles calma y aquella voz sonaba alegre. ¿Cómo demonios podías estar alegre con lo que había pasado?.

Un nudo se formó en mi estómago cuando pude sentir el sonido de la puerta abriéndose y mis ojos se inundaron de lágrimas en el momento en el que Lisa apareció por la puerta.

- ¡Rosie! - dijo con una sonrisa en los labios.

Maldita cínica... 

- Dame una razón... una sola para no golpearte - le dije con toda la rabia contenida.

- ¿Qué? - ella me observó confusa y yo entré en ese departamento, observando todo a mi alrededor, ignorando a Hank y a Love que trataban de saludarme. - Rosé... - ella se acercó a mí - ¿Qué sucede amor? - "amor..."

- ¡Lisa! he terminado ya, gracias por la...

Me giré en dirección a esa voz, observando a Camila con el cabello mojado, un pijama de Lisa y la toalla en la mano.

- Rosé... - dijo la cantante.

Juro que no supe cómo reaccionar, juro que sentí mi cuerpo desfallecer pero todo lo que pude hacer fue estampar la palma de mi mano sobre la mejilla de Lisa.

El grito de Camila y la mirada consternada de Lisa hicieron que mi rabia aumentara. Pasé a trompicones por su lado siendo sujetada por Lisa antes de que alcanzara la puerta.

- ¿Qué es lo que pasa? - preguntó mirándome a los ojos. - Amor -dijo y me solté de su agarre empujándola.

- ¿Amor?. No te equivoques Lisa - escupí con rabia. - Tú y y no tenemos nada - dije mirando hacia Camila.