Castigo

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Me desperté por la mañana con el sonido de mi teléfono. Estiré la mano para tomarlo y rápidamente contesté cuando vi el nombre de mi hermana en la pantalla.

- Mueve tu culo hasta aquí, ¡AHORA! - dijo enfadada. Miré el reloj en la pantalla del teléfono. Eran las 7:30 de la mañana.

- Creí que habías dicho a las 9 - dije e inmediatamente me arrepentí.

- Te quiero aquí para ayer, ¿me oíste? - y colgó.

Bufé y me estiré en la cama mientras Love hacía exactamente lo mismo. - ¿Lograré que se le quite un poco el enfado? - Love bostezó. - Yo pienso igual... espero que el castigo no sea enterrarme en más informes.

Me levanté rápidamente y fui hacia la ducha, silbando y con una sonrisa en los labios al recordar a Rosé... por fin tenía su nombre, además de su número. Mientras el agua caía por mi cuerpo pensé en la conversación que tuvimos ayer... ella había sufrido mucho por ese tipo. Así que no me arrepentía de haberlo echado a patadas de la empresa. Ahora solo debía conseguir que Jisoo lo viera de esa manera.

Me vestí con unos vaqueros, un jersey de cuello vuelto y el abrigo, estaba haciendo ya demasiado frío. Tomé mis llaves, me coloqué la gorra y tomé la correa de Love.

- Buenos días, he tenido que ir antes. Te veo allí :) - envié un mensaje a Roseanne y salí en dirección a la empresa.

Al llegar saludé con una sonrisa a Seulgi e Irene y seguí mi camino hacia los ascensores. Pulsé el último piso mientras silbaba y caminé en dirección al despacho presidencial, abrazando a Beth primero.

- ¿Qué hiciste mi niña? - dijo ella después de abrazarme y dejar una caricia en la cabeza de Love.

- Está muy enfadada ¿cierto? - dije encogiéndome sobre mi sitio.

- Pues... solo la he visto así cuando los Yankees perdieron la final. - Oh-Oh... eso no era bueno.

- Genial... - susurré. - Deséame suerte.

- Dios te ampare - estiró mis mejillas y sonrió.

Tomé aire y toqué la puerta escuchando un "PASA DE UNA MALDITA VEZ".

- Supongo que si digo que te quiero, no servirá de nada ¿verdad? - dije asomando la cabeza por la puerta y recibiendo un golpe en la cara con el balón de baloncesto. - ¡ESO DUELE! - grité masajeando mi nariz y cerrando la puerta mientras Love corría a por la gran pelota.

- TE LO MERECES POR ARRUINARLO TODO. ¿QUÉ DEMONIOS TE PASA? AH... CLARO, YA SÉ - resopló - TE GUSTA ROSÉ ¿CIERTO?

- ¿Qué estás diciendo? Ella no me...

- LA ÚNICA EXPLICACIÓN QUE ENCUENTRO A QUE HAGAS ALGO ESTÚPIDO COMO DESPEDIR A MARK TUAN ES QUE ESTÁS PENSANDO CON TU MALDITA POLLA.

- ¿Quieres dejar de gritar? - di un pasó más observando cómo ella caminaba de un lado a otro del despacho.

- ¿QUE DEJE DE GRITAR? YO NO ESTOY GRITANDO - dijo aún más alto y yo solo rodé los ojos. - HAS CONDENADO LA EMPRESA DE LA ABUELA POR TUS MALDITAS HORMONAS, ¿QUÉ COJONES TE PASA? ¿DESDE CUANDO VES UNA CHICA LINDA Y HACES ESTUPIDECES? ESO ES MÁS PROPIO DE MÍ, ¡IDIOTA!.

- Chu... - traté de sonar calmada. - Escucha, no es como tú crees. Mark Tuan iba a traernos problemas. Es el ex de Rosé.

- COMO SI ES JESUCRISTO. EL TIPO VENDE, NECESITAMOS GENTE QUE MUEVA MASAS.

- ¡VENDE MIERDA SOBRE ELLA! - grité haciendo que Jisoo se detuviera en seco e incluso Love paró de jugar. - Joder... él le ha hecho cosas horribles y si ayer tú hubieses llegado en el momento en que lo hice yo, joder... - bufé - le habrías partido la cara. 

If you say soDonde viven las historias. Descúbrelo ahora