Capitulo 28

81 7 3
                                    

Pov Alexandra

La boda de Santino y Verónica era enorme, parece que han invitado a personas importantes tanto como políticos y otros dedicados al mismo negocio lucrativo de los Lombardi, personas que jamás en la vida me imagine estar cerca de ellos y menos en la misma habitación, la iglesia estaba repleta de estas personas extremadamente refinadas como corruptas, yo observa desde el segundo nivel hacia abajo, veía a los señores Lombardi saludar todos y cada uno de ellos como si fueran amigos de toda la vida. Mi atención paso al techo de este recinto, habían pinturas delicadas sobre el, era de estructura barroca exquisita y antigua, era enorme y estaba adornada con flores por todos lados, claro que eran arreglos florales que estaban  preciosos, era una mezcla de orquideas, lluvia y narcisos, las rosas blancas estaban mezcladas con las rojas que estaban a los lados de las bancas formando una hilera perfecta alrededor del lugar, mezclado con el verde de las hojas hacian una mezcla espectacular, los pequeños detalles en dorado y oro le daban ese toque de elegancia al lugar.

- Llevale esto al novio por favor- una chica castaña se acerco con una cajita y una corbata para smokin, solamente lo puso en mis manos y se fue.

Mire el objeto entre mis manos y dude un momento en dárselo a alguien más, pero todo el mundo parecía demasiado ocupado como para interrumpirlos, me puse en marcha en busca de la habitación en donde se prepara el novio, abrí una de las puertas pero era la equivocada; era la habitación de Verónica quien ya estaba lista para casarse, cerré rápidamente y seguí mi camino, al llegar a la tercera puerta del segundo pasillo, estaban algunos de los amigos de Santino saliendo de su habitación.

- Hola preciosa, te ayudo - un chico de ojos oscuros como la noche se acercaba a mí.

- Santino ¿esta listo?- lo evadí.

- vienes a darle la despedida- alzó una ceja ante la mirada atenta de los demás chicos.

- No tienes algo mejor que hacer que meterte en los asuntos de los demás - pase por un lado e ingrese a la habitación por la puerta.

Cerré  la puerta detrás de mí, para encontrarme con Santino parado de frente sin camisa y viéndome de la manera mas extraña.

- vine a dejarte esto - le extendí la pequeña caja y la corbata.

- se supone que vendría a dejarlo alguien más - respondió seco, tomando las cosas, tomó su camisa tan blanca como la nieve y empezo a abotonarla lentamente. - ¿Necesitas algo mas?- dijo algo brusco.

- No, eso es todo - respondí nerviosa.

- Podrias ayudarme con la corbata - lo mire seria ante su petición - Por favor- suaviso su rostro.

- De acuerdo - tome la corbata y me incline un poco para empezar a acomodarla.

Pase mis manos al rededor de su cuello, acomode el moño y en unos segundos estuvo listo y perfectamente centrado.

- Debes estar nervioso supongo - Sonreí de lado.

- A decir verdad no...estoy solamente algo decepcionado sabes, jamás me molestó este matrimonio acordado, pero una sola palabra de la mujer correcta cambiaria toda esta situación -  me miro directamente a los ojos.

- Verónica se ve hermosa, aunque eso ya lo sabias - me aleje un poco.

- Lo sé, ella es preciosa - arreglo su traje.

- Bien, debo irme, Vincenso debe estarme esperando - gire el pomo de la puerta sin lograr abrirla.

Santino me giro y me pego a la puerta, cuando atrapo mis labios con los suyos, de nuevo estaba en esta situación, el problema no era el beso, era la persona, porque me gustaba cuando el me besaba, pero este hombre esta a punto de casarse y yo estoy comprometida, recobre la cordura y lo empuje levemente.

El Infierno de AlexandraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora