Pov Alexandra
Llegamos a casa, los hombres de seguridad estaban reunidos listos para disparar en cualquier momento, por lo que noS
s habían dicho alguien intento entrar a la casa, era un grupo de hombres con la intención de llevarse a un miembro de esta familia, su objetivo era la señora Lombardi.- ¿cuantos son?- pregunto Santino muy enojado.
- son cinco señor, se escondieron pero se están preparando para atacar - respondió uno de ellos.
- esten listos, saldrán en cualquier momento, Bella entra a la casa cuidaras a mamá desde adentro, le disparas a todo lo que se mueva- Bella asintió con la cabeza y saco una pequeña pistola de su bolso de mano entró a la casa preparándose para lo que pudiera suceder.
- Todos atentos, al menos quiero a uno vivo, a los demás maténlos- dijo Vincenso.
Yo saque la pistola que llevaba en una de mis piernas con una de estas correas especiales, cargue el arma con las municiones y me prepare para lo que sea que fuera a pasar, Santino posó sus ojos sobre mi, mas no dijo una sola palabra.
A los pocos segundos los disparos empezaron a llegara nuestra dirección de inmediato nos agachamos y respondimos con varias detonaciones hacia ellos, se fueron acercando poco a poco, me respalde en una de las gruesas columnas que se encontraban de pilares blancos y gruesos en la entrada, preparada para cualquier movimiento.
Los hombres empezaron a dispersarse cuando los enemigos estuvieron en el campo de visión uno a uno fueron callendo acribillados por nuestros hombres cuando voltee del otro lado vi que uno de ellos iba a dispararle a Santino por la espalda, no lo pensé dos veces y de inmediato me acerque un poco, el hombre estaba de espaldas a mi, frente a Santino estaba a punto de dispararle, pero mi detonación ocurrió primero dandole en el hombro derecho del lado donde sostenía la pistola, cayó de rodillas, Santino se volteo de inmediato, me acerque y le apunte directo a la cabeza, la mirada de Santino estaba sobre mi, una media sonrisa quería aparecer en su rostro, pero el la detuvo.
- si te mueves no voy a dudar un solo momento para volarte la cabeza - amenazé al hombre de rodillas frente a mí.
- llevenlo a la bodega - ordeno Vincenso acercándose a donde estábamos - bien hecho calabazita - me felicitó.
- Eso estuvo excelente, si no te das cuenta ahora mismo no estaría yo muy bien que digamos - me sonrió, es la primera vez que lo veo sonreir conmigo.
- señor, su hermana dice que hay otro adentro - se acerco uno de los muchachos.
- y vaya que era grande, pero esta nena- acaricio su pistola - Jamás me abandona- sonrió victoriosa.
- bien al menos lo mataste- dijo Vincenso.
- sip esta bien muerto- guardo su arma de nuevo en su bolso - si me disculpan iré a ver si mamá necesita algo- se fue al interior de la casa.
Levantaron al hombre al que yo le había disparado, su mano izquierda sostenía el hombro al que yo le había dado, lo peculiar era la seña que había en su mano izquierda, era la misma que había visto antes, era él mismo tatuaje del sol que había visto aquella noche en la mano de aquellos cinco hombres, de un solo golpe me acerque a él.
- tu tatuaje- señalé - ¿QUE SIGNIFICA?- lo agite por el cuello de la camisa, el sonrió de una forma tan malvada.
- no me harás hablar - su acento era ruso, sus ojos transmitían la maldad de su ser.
- LLEVENSELO- Santino ordenó.
Me tomo de la mano y me llevo adentro, sin darme cuenta las lágrimas ya habían inundado mi rostro, mis manos sudaban, el temblor que sentía en mis piernas me debilitaba a cada paso que daba, subimos las escaleras Santino entrelazo sus dedos con los míos, mi mente se concentro en esa acción, llegamos a mi habitación y nos adentramos en ella.
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El Infierno de Alexandra
RomantizmAlexandra Greco sufrirá en carne propia el dolor más insoportable en este mundo, lo que la llevará a tomar una sed de venganza insaciable, le será tendida la mano de una persona que es completamente ajena a ella, queda desprotegida con la muerte de...