¡POTTERRRRR! (James Sirius Potter)

34- la boda p2 y un adios

34- la boda p2 y un adios

Cuando Cassie se separó de James lo vio a los ojos. El día era perfecto, estaba rodeada de gente increíble y tenía miedo de arruinarlo.

-no quiero quererte- dijo al aire

James sintió como esas palabras lo atravesaban, Cassie no quería quererlo. Es decir que lo quería, pero no porque ella así lo deseara y quizás eso era aún más doloroso que le podía decir.

-tú no eres bueno para mí- siguió mientras James la veía. - pero supongo que el corazón quiere lo que quiere.

Tenía una sonrisa triste en su cara y sus brazos rodeaban su pecho tratando de reconfortarse a ella misma. Antes de que James pudiera decir algo Lorcan llamo a su amiga.

- ¿Un baile? - dijo extendiéndose su mano, Cassie la tomo, miro apenada a James quien seguía allí parado sin decir nada.

Cuando llegaron a la pista Lorcan tomo a Cassie por la cintura atrayéndola más a él. El baile era lento y ninguno parecía estar realmente enfrascado en aquel baile. Lorcan estaba pensando en otra cosa, Cassie lo sabía y ella no podía culparlo ella pensaba en James.

Se obligó a no mirar para el lado del azabache, pero sentía sus ojos sobre ella. Se obligó a estar en el baile, se obligó a ver a Lorcan y solo a Lorcan, y cuando los dos se vieron sonrieron.

Siempre iban a ser amigos, con sus subidas o bajadas, pero siempre estarían el uno para el otro.

Cassie empezó a reírse haciendo que Lorcan se uniera a su risa, sus manos estaban juntas y estaban muy cerca, todo se sentía tan familiar.

Cuando la canción termino ambos fueron a sentarse, seguían agarrados del brazo y riéndose de lo que parecía una broma interna.

- ¿Hace cuánto son novios? - les pregunto Dorian.

Ambos chicos se separaron inmediatamente

-no lo somos- dijo Lorcan mientras aclaraba su garganta - solo somos amigos.

Dorian asintió, se sentía más libre ahora que no había tanta gente a su alrededor, casi todos los que habían estado en la mesa ahora estaban o bailando o en la mesa dulce. Solo eran cuatro sentados en aquella mesa redonda, James, Dorian, Lorcan y Cassie.

-y ambos aman las criaturas mágicas?

Cassie negó.

-solo él.

-pero tú sabes sobre animales.

No fue una pregunta, Dorian la miraba fijamente con sus brazos cruzados sobre su pecho.

-se sobre lo que me preguntes, me gusta el saber.

Dorian sonrió ante ello.

-sí, ella es una sabelotodo- aclaro James mirándola con una sonrisa pícara- es una maestra en el arte de romper corazones, si me dejan opinar.

Cassie sonrió y con una sonrisa en su cara le contesto a James.

-nadie pidió tu opinión, Potter.

- ¿Vuelvo a ser Potter?

-nunca has dejado de ser Potter para mí.

-eso podría cambiar.

De pronto para ambos solo estaban ellos dos en la mesa. James tenía una gran sonrisa en su cara y sus ojos brillaban como constelaciones.

La saco a bailar y esta vez Cassie se sintió diferente. La mano de James se posicionó en la espalda de la chica, justo en el lugar que la piel estaba al aire, atrayéndola más a él, casi hasta quedar pegados uno con el otro. Cassie puso su mano en su hombro y con la otra agarró la de James. Ahora bailaban con sus manos atadas.