¡POTTERRRRR! (James Sirius Potter)

2- si tienes un amigo sexy, decirlo

2- si tienes un amigo sexy, decirlo

Los últimos años habían sido devastadores para la familia Malfoy ya que la madre de ambos niños había muerto, esto era sin duda por culpa de la maldición que llevaba su familia.

Casiopea había tenido sobrevivir su cuarto año no solo con las burlas de james Potter, sino que también con la muerte de su madre. Cassie recordaba aquel año como el más duro de su vida, estaba alejada de su padre y su hermano estaba deprimido. Los rumores que circulaban de la familia Malfoy eran maliciosos.

Pero un año más se encontraban en la estación King Cross, en la plataforma nueve tres cuartos, donde Draco se despediría de sus hijos. Este año junto a ellos estaba el menor de los Potter, albus severus Potter, quien había quedado en la casa de la serpiente y estableció una gran amistad con los Malfoy.

Harry Potter estaba mirando la escena de su hijo junto a los Malfoy desde una distancia adecuada, el joven albus parecía más feliz allí que en su propia familia.

-puedo quedarme- dijo Cassie- puedo ir a casa contigo y ayudarte, sé que puedo hacerlo. No necesito ir a Hogwarts.

-Cassie, hija- antes de seguir exhalo- no te permitiría jamás hacer eso. Ahora- dijo dirigiéndose a los tres adolescentes- quiero que se suban a ese tren y si es posible que este año no me lleguen tantas cartas de la directora. – y con esta última miro a su hija- no dejes que el chico Potter te moleste

-no lo hará. No importa que haga este año, no me meteré en sus peleas infantiles. - Draco abrazo a su hija y luego despidió a su hijo y al joven Potter de la misma manera- te enviare cartas todos los días.

Mientras que Cassie se alejaba de su padre, el los despedía con la mano. Cassie sentía lastima por su padre, no era de mala era porque lo conocía, su padre era un hombre fuerte, pero hasta el hombre más fuerte se rompe y más cuando su esposa murió y medio mundo mágico lo detesta por su pasado, un pasado que jamás lo dejaría descansar.

Los tres slytherins hablaban entre ellos y de las bromas que pensaban hacer, explotar un inodoro estaba entre una de ellas. Mientras que Cassie buscaba a su mejor amiga, albus les contaba a los Malfoy el como su padre parecía odiarlo, le había dado una manta vieja mientras que james siempre se llevaba lo mejor.

Cuando por fin la encontró los cuatro se sentaron en un vagón vacío. Estuvieron horas hablando de planes que tenían para ese año. Albus hablaba de lo genial que sería patearle el trasero a james en quidditch ese año, el año anterior Slytherin tenía un capitán terrible y gryffindor los había arrasado.

Albus y Cassie estaban hablando de nuevas estrategias para las jugadas y ella tenía nuevas jugadas para enseñarle a su amigo.

-lo que haremos es mejorar tu velocidad- empezó a explicar mientras caminan hacia los carruajes- eres un jugador fundamental, tu hermano es rápido, pero si jugamos bien, ganarles no nos costara demasiado.

-perderán de todas formas, lo llevan en la sangre - Cassie cerró los ojos y maldijo por lo bajo a escuchar esa voz.

Pasaron por su lado, los cinco chicos, los merodeadores como se hacían llamar y casi no abrió los ojos hasta que el volvió a hablar.

-Potter este año ganaremos, somos más fuertes y astutos que ustedes. Deberán cuidarse- dijo mirándolo fijamente- Avísale a tu capitán también Lyssander. Este año Slytherin ganara.

- ¿Cómo tu mama pudo ganarle a la muerte? - james Potter era despiadado, cuando estaba con Cassie no eran simples bromas las que hacía, era odio lo que se hallaba en sus palabras.