CAPÍTULO 4

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Socios de hecho.

Debo confesar que la cercanía de este turco me descolocó al inicio desde el subterráneo. Es tremendamente llamativo el condenado. Me agradó que al menos me va a ayudar con el tema de la treta para Ginés. Si no sale como espero será una pérdida de un buen contrato para la empresa y mi carrera como cazadora de contratos también sufrirá lo suyo. Todo eso pienso mientras voy bajando a encontrarlo en la planta baja. Para variar, su perfume se siente en el mismo ascensor dándome una sensación rara de intimidad que me descoloca. Me hace cosquillas en la nariz. Es increíble como desde que desperté mi nariz fue la protagonista de todo sin quererlo. Uno por el tufo apestoso a mi lado y el otro por el irresistible aroma de su perfume. De locos.

Al bajar del ascensor, veo que Abel le está cambiando su credencial de invitado por una de ejecutivo a Kerem y cuando llego a su lado me felicita por tener un nuevo socio. Abel es otro sol de persona. Kerem me muestra su foto de la credencial orgulloso y me hace señal de salir. El taxi nos está esperando. Subimos, y como es en Coghland, no tenemos tanto tramo. Vamos hablando de cómo es el cliente y le muestro mi agenda para presentarle al hombre y confirmar todo lo que planeé. Tomo mi birome de color para incluir días en los que Kerem puede cubrirme para no dejar la empresa sola toda la semana. Si lo de Ginés se firma debo presentarme en ambas empresas a la vez. No había visto que entre dos puedo trabajar más cómoda. Su presencia me ayuda de verdad. Podemos diversificar la labor y estar tranquila con eso. Él elogia el compromiso que pongo en la tarea de campo. Me sonríe y mira mi boca. No me di cuenta que mordí mi labio hasta que lo veo morder el suyo. Evidentemente el tenerlo sentado a mi lado con la ventanilla abierta del auto me descoloca con su perfume acariciando mi nariz. Agradezco y saco el tema de tener uno o dos cambios de ropa para disfrazarse en la oficina. Ese es mi secreto. Siempre tengo ropa para hacer la tarea de campo en las organizaciones que llevo.

- Entonces, prácticamente me pides que me mude con vos a la oficina. - dice con comicidad en la voz. No era eso lo que le decía y me río al escucharlo. Sonríe de nuevo mirando mi boca otra vez.

- Ya estamos, señorita. - el taxista me salvó de un futuro conflicto. Miro al chofer y la puerta de la empresa.

- Sí, gracias. Tome lo suyo. - saco lo billetera cuando veo que su aroma esta encima de mí de nuevo. Se adelanta a pagar al hombre que busca cambio.

- No hace falta, guarde el cambio. Gracias y que tenga buen día. ¿Vamos, socia? - clava sus ojos con la amable invitación y su sonrisa plena. Asiento sin poder decir nada. ¿Qué me pasa?

Una vez parados frente a la garita de seguridad del edificio adosado, presentamos nuestras identificaciones y el guardia nos da la de acceso personalizado mía. La suya no está lista porque debo explicarle al hombre que es mi nuevo socio. Entiende y le saca una foto para hacerla antes de dejarlo siquiera entrar. Lo veo acomodar su gesto para la cámara y recibir su credencial en minutos. Parece modelo de marca de trajes italianos. Es impecable hasta con ese pelo atado en coleta. El azul del traje con sus ojos es una combinación tremenda. Miro a otro lado, no quiero ser obvia en mi atención por este barbudo.

Llegamos a la zona donde nos espera nuestro cliente. Le presento a Kerem y entre ellos fluye la química de inmediato. Comento que entre los dos haremos el trabajo de campo y parece agradarle más que antes. Subimos a la parte desde donde él observa casi toda la planta. Le muestra al rubio lo mismo que yo ya vi hace una semana cuando vine y nos sentamos en una cafetería que está ubicada en la segunda planta a diagramar las ocupaciones. Desde ahí podemos trabajar. Vamos a disfrazarnos. Los dos haremos de jefes escondidos para hacer las diferentes ocupaciones de los empleados y ver que es lo que puede faltarles a ellos o a la misma planta. Eso solo se logra desde el mismo lugar que los otros. Puede haber fallas que los jefes no están conscientes de que existan, tanto en los procesos como en las medidas de seguridad. Incluso en las remuneraciones, o cargos. Más allá de todo es mi tarea descubrir esos detalles, para acomodar o corregir eso.

Mi nuevo socio. Una deliciosa tentación turca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora