Despedida.

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Ahora les digo algo. Si por un segundo se sintieron identificados con mi historia con este turco endemoniado, me siento en paz y realizada. Si lo pensamos, nadie sabe lo que el destino les depara. Yo ni lo pensé tampoco hasta que pasó. Ciertamente, encontré al amor llevándolo puesto en el subte. Sí, también sé que se lo pedía dios rezando en arameo cuando vi que con el cremoso no iba a buen puerto y esperaba que un mal rayo lo sacara de mi vida. Literalmente, solo por aparecer, le agradezco a la gatita, que esa mañana me despertó diciéndome que era su novia y me hizo de pala de la basura con ese apestoso. Si hago un balance desde esa época, con ese idiota no hubiera vivido ni lo bueno ni lo malo que me tocó  vivir con Kerem en estos años de pareja. De familia también. Fuimos familia al mes de conocernos. Tampoco hubiera sido tan feliz en ambas casas. Ni siquiera puedo imaginar mi vida sin haber tenido a las bellezas de hijos que tenemos. Niel amor y el apoyo de un verdadero hombre a mi lado. Tranquilas. Sí. Ya lo sé. Las feministas pueden decir que solas podemos y todo el cuento largo del patriarcado caído y demás. ¡Claro que podemos! Yo era empresaria y tenía mi éxito al conocerlo. Lo reconocemos todos. Y, muchas mujeres también pudieron dejar su marca en la historia. Incluso como madres solteras muchas pudieron. Obvio que les reconozco eso, chicas. Sería una idiota si no lo hiciera y una irrespetuosa incluso. Ahora, reconozcamos en conjunto de mujeres que, si tenemos un incentivo o un apoyo fuerte también avanzamos más en todos los ámbitos. Sea de un hombre como pareja, de tus padres, de tus familiares, amigos y otros que no son nada de eso y te suman como en mi vida sumaron los de afuera. Yo lo reconozco plenamente. Con el apoyo de otros hice mis sueños realidad cuando ya no estaban mis padres es este plano. Fui mejor como empresaria, mujer, esposa, madre y amante. ¡¡Sí!! También como amante, que joder!! ¿Por qué no decirlo? Una mujer tiene diversas facetas y si solo querés ver una de esas caras, es que no sabes ver a la mujer. Eso dice el tío Hassan. Yo creo que es verdad. Por lo mismo, mi turco endemoniado supo ver todas y cada una de esas caras. Es y será mi turco con ojos de cielo despejado. Aquel que encendió la llama en mí. La llama de mi espíritu. No solo la otra. Esa te la enciende cualquiera con buena pinta y un par de copas de más. Que la mantenga encendida después de los hijos, la casa, la vida laboral o siquiera que dure años y años, es lo difícil. El verdadero desafío de las parejas desde siempre es ese. Durar, según dicen muchos no es lo mismo que perdurar. Sin embargo, los usamos como sinónimo para referirnos al tema. Yo, sé que he tenido suerte. Les deseo que tengan la misma suerte que yo. De golpear al amor de su vida y que vivan intensamente ese mismo amor para golpear a la vida misma. Siendo sinceras, mi turco tenía tan rota el alma como yo, y eso nos unió también como pareja. Nos ayudó a sanar juntos. A amar a nuestros padres y honrar sus legados. Ver a mis hijos y sus modos me dice que estamos en ello. Eso es un regalo que no tiene comparación.

Alá los cuide y proteja de todo mal. Los dejo, mi demonio me espera con la tina llena de burbujas para un momento romántico. En otra temporada quizás les cuente lo que sigue a esto que relaté. Jajaja. ¡Saludos! Pórtense mal!! Y, si pueden, consíganse un demonio de estos. No lo van resistir. Es una deliciosa tentación turca la mía. Especiada, exótica y tan embriagante como la misma comida típica. Chau. Chau. Eliza Déniz les contó su historia de amor desde el mismo inicio. ¡¡Ahora salgan a vivir la suya!!

Mi nuevo socio. Una deliciosa tentación turca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora