Prólogo

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Un chico de cabello azabaches con estilo de nido de pájaros, de ojos de color verdes como la maldición asesina, con una gran cicatriz en forma de rayo en su frente, muy delgado para su edad, de estatura pequeña, de tez pálida como piel blanca por la falta de exposición al sol y demacrada con grandes ojeras, usando un par de lentes casi rotos, ya se había acostumbrado bastante desde que llego a la de casa de Grimmauld Place, a escuchar las discusiones que ocurrían en la nueva sede de la Orden del Fénix, una organización clandestina fundada en 1970 por Albus Dumbledore y quien luchaba en contra de Lord Voldemort como de sus seguidores conocidos como Mortifagos y que ahora por el regreso de cierto Lord Oscuro se habían vuelto a reunir después de que se disolviera en 1981 viejos integrantes y nuevos, incluidos sus amigos quienes habían decidido no escribirle para nada aun sabiendo como eso podía afectarle tras lo vivido en el año pasado por culpa del Torneo de los Tres Magos.

Su padrino siendo un prófugo aunque sea inocente sin poder comprobarlo ya que la única prueba era le testimonio de uno de los involucrados en la muerte de sus padres que ahora había escapado y como nadie le creería a unos niños pues debía vivir clandestina mente escondido, el regreso a esa casa solo porque un Lord Oscuro había vuelto, cedió como base su casa para la orden y así reunirse como planear todo pero el no estaba nada bien, siempre estaba exaltado cómo paranoico sabiendo que aunque lucia diferente de como lo había conocido la primera vez esa noche, no estaba del todo bien por su estadía en la prisión de Azkaban. Una de las prisiones de máxima seguridad porque se hallaba en una antigua isla donde lo habitaban seres especiales conocidos como Dementores, quienes era seres que se asemejan a los seres humanos, no tienen ojos mas una membrana que lo cubre y una gran boca, son criaturas putrefactas con la capacidad de volar, cubiertos con una capa de color negra que se alimentan de los recuerdos alegres y de la felicidad misma dejando tristeza y desolación, siempre llevan sus rostros cubiertos y se los quitaban solo para dar el famoso "Beso del Dementor", practica mente consistía en succionar el alma de uno para comérselos, siendo este el destino peor que la muerte.

La gran exposición con los Dementores por casi doce años vuelve a uno completa mente loco, prueba de ello eran varios de los criminales que aun seguían ahí, aunque su padrino estuvo en su forma de Animagus (animago o animaga) la mayor parte de su estancia, aun así estuvo expuesto por un buen tiempo causando que la locura llegase a el. Cuando llego, al pasar bastante tiempo en casa de sus tíos, ellos lo dejaban solo bastante tiempo así que después de haber pasado un año completa mente solo, siendo otra vez una paria, sin recibir ayuda de nadie mas que de un Mortifago suplantando al profesor que debía enseñarles y eso causo que el se pusiera a estudiar como antes lo había echo a escondidas de su primo que no le importaba nada mas que ser un matón y vago, se iba enterando de como funcionaba cada materia impartida, conceptos que no sabia y aprendió mas de pociones y sus usos, pero todo fue teórico, nada practico ya que no podía hacerlo sin recibir miradas de odio, sin ser maldecido, sin ser aislado en lugares, sin permitirle la entrada a varias clases y en vez de quejarse, eso lo dejo así ya que sabia que nadie lo ayudaría como siempre había pasado.

Así que se dedico a poner una pared con todos, aunque trataron de que mostrara interés en lo que decían no les tomo importancia como querían que pasará, no mostró interés en saber que estaban protegiendo en el ministerio ni siquiera lo hizo cuando su padrino quiso que se uniera como sus amigos, el se había sentado a su lado pero el estaba muy molesto por algo.

Se dió cuenta que si no hubiese pasado el incidente de la tarde, nadie lo hubiese buscado y puede que el resto del verano lo pasará con sus tíos y sin saber de nada, con amigos unidos a un grupo haciendo lo que decían los adultos, viendo en la oscuridad como lo había hecho antes de saber del mundo mágico.

El secreto de un merodeadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora