mi sunnie ᎓ sungsun

O1O

Park Sunoo.

El omega veía su nombre renovado en el acta de matrimonio.

Y Sunghoon no podía estar más feliz.

Ese día había decidido no ir a la empresa y pasar el resto del día con su lindo y delicado chico.

Habían comido pizza a petición del menor aunque Sunghoon se negaba a comer una cantidad tan grande de harina y grasa, no pudo resistirse cuando el omega con los ojos brillando le dio de comer en la boca.

Después de comer jugaron un poco en el patio de su casa. Sunghoon amaba jugar con su omega.

Y luego de un rato de estarle haciendo cosquillas en el césped decidieron qué ya estaban lo bastante sucios como para seguir.

- Hoonie tengo una idea - El omega entró corriendo a la casa dejando atrás al alfa.

Cuando Sunghoon subió las escaleras de su hogar. Notó una música relajante salir del cuarto de baño.

Abrió la puerta y había velas en las repisas y tu ventanas del lugar.

La gran bañera estaba preparada con agua y con unas cuantas sales de baño. Lista para su uso.

Sunghoon sonrió y se giró cuando sintió el aroma de su omega dicho aroma qué podía delatar su nerviosismo.

El dominante y gruñón alfa, con su imponente figura y su mandato autoritario, era nada más y nada menos que una bolita de masa y ternura con su esposo.

Sunghoon vio a su chico en bata de baño quien mantenía su mirada baja.

– ¿Quieres que me volteé para que entres a la bañera? – sugirió sensato.

Sabía que su omega era muy tímido a pesar de ser esposos. Solamente cuando se encontraba en sus celos se soltaba un poco. Pero en periodos normales era totalmente avergonzado.

Tanto así que cuando se casaron Sunghoon esperó más de cuatro meses para poder tocarlo íntimamente.

Y espero paciente.

Sin presionarlo y sin manipularlo

Pues el quería que cuando Sunoo se entregará a él lo hiciera libremente. Y así fue.

Ahora tenían sexo, claro que sí, pero siempre de manera amorosa y delicada.

A Sunoo le gustaba todo suave y delicado. Y a Sunghoon le gustaba complacerlo.

Aún en sus celos, su lobo se contenía. Pues amaba tanto a su omega qué jamás se cruzaría por su mente asustarlo o lastimarlo.

Sunoo asintió ante lo dicho por su esposo.

Sunghoon se giró y escuchó la bata caer al suelo y el agua de la bañera moverse.

Después el azabache se desvisto riendo cuando el omega se tapó sus ojos al verlo, con las mejillas coloradas.

Ambos entraron a la tina y se dispusieron a darse un baño relajante.

— ¿Puedo lavar tu espalda? – preguntó Sunghoon

Sunoo asintió de nuevo tímido.

Y se acerco hasta quedar sentado en medio de las piernas del azabache.

Sunghoon tomó el jabón entre sus manos y lo frotó creando espuma, con sus dedos tocó la espalda del menor. Quien se movió del asombro. Pero se quedo quieto esperando paciente por las manos de su alfa.

Sunghoon pasó sus dedos acariciando de arriba a bajo. Delicadamente.

No supieron en que momento pero de un momento a otro ya estaban ambos besándose de manera cálida.

Ambos viéndose de frente y con sus manos enredadas en sus cabellos.

Se entregan con amor y dulzura a las manos del otro.

– Hoonie ~ – Suspiró el omega con los labios inchados.

Dándole la señal de que estaba listo para lo siguiente.

Y así después de preparalo se introdujo lentamente en él.

Haciendo movimiento lentos y amorosos.

Ambos acabaron juntos después de muchos jadeos y gemidos bajitos.

– Su-Sunnie...

– Lo sentí Sunghoon, no debes preocuparte.

– Pero, es la primera vez que te anudo– exclamó el alfa un tanto asustado de la reacción de su omega.

Pero Sunoo estaba tranquilo mientras de recargaba en el hombro del mayor Repartío un par de besos y tímidamente contestó.

– E-esta bien Hoonie, mi lobo esta contento.

Y fue lo último que dijo antes de quedarse dormido. Ahí mismo.

Sunghoon espero a que el nudo bajara y después los sacó a ambos de la bañera. Los seco, y cambio.

Al final acostó a Sunoo arriba de su pecho.

Amaba tenerlo ahí. Lo sentía tan cerca...

Sunoo se acorruco en su lugar favorito, su cuello.

Y así pasó ese día de descanso.