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– ¡Esto es una jodida mierda!

Gritó fuertemente el presidente de la empresa Park Sunghoon cuando le reportaron las pérdidas de la compañía.

– UNA COSA, una maldita cosa les pedí, ¿por que no puede hacer nada bien? ...

– L-las bajas de la empresa se vieron afectadas p-por algunos cambios en L-los servicios y–

– Ya teníamos previsto esto, pero eso no explica la falta de el medio millón– Sunghoon se jalaba su cabello con desesperó.

– Se cree que p-pudo haber un fraude con uno de l-los trabajadores – respondió el alfa qué estaba hablando.

¡A la mierda! – Sunghoon por su grado de irritación tumbo su escritorio y todas las cosas que había en él.

El trabajador salió corriendo de la oficina.

Se dirigió a la secretaria e informó – Necesitaremos ayuda.

La mujer asintió y tomó el teléfono.

– Joven Kim p-puede venir porfavor, tenemos una emergencia.

Sunghoon estaba muy enojado

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Sunghoon estaba muy enojado. Lo habían estafado sus propios empleados.
Le habían robado medio millón a la empresa. Dinero qué tendría que poner el jefe de su bolsillo.

Con ese dinero se pensaba llevara a Sunoo se vacaciones en dos meses, ya había planeado todo. Ahora no podría hacer gastos así hasta recomponer ganancia.

Medio millón de dolares. Mucho dinero.

Estaba en la esquina de su oficina con la respiración agitada. Mientras veía todo el desastre qué había hecho.

De pronto a su olfato llego el delicioso aroma de su omega.

Levantó nuevamente su vista. Y vio a su delgado omega vestido con ropas casuales. Un pantalón deportivo y un suéter qué lo hacían ver adorable.

El omega lo veía con mirada desaprobatoria. Pues el lío qué había armado en la oficina no era para menos.

– Bebé....

– Recoge todo esto que tiraste, el personal de limpieza no debe de pagar por tus enojos.

– Cariño pero es que...

– No va a ver Sunnie para ti hasta que arregles este desastre.

El alfa bufo y comenzó a acomodar las sillas y los papeles bajo la mirada de su omega en el sillón.

Lo que menos quería era qué su omega lo castigara con distancia por sus berrinches.

Después de un rato de haber organizado todo con la mirada baja se encaminó donde su esposo. Y se acostó en sus piernas.

– Cuéntame que sucedió Hoonie ...

– Nos robaron Sunnie... medio millón de dolares y ahora lo tenemos que reponer y no iremos de vacaciones y t-tu ya te habías comprado tu traje de baño y estabas tan emocionado con el folleto de viajes qué viste...

– Sunghoon, cariño no nos moriremos por no salir de vacaciones una vez... Y la gente que robo pagará por sus acciones hay que investigar quien lo hizo en vez de voltear de cabeza la oficina.

Sunghoon puso un puchero

– Y ahora estamos aquí perdiendo el tiempo en lugar de que me mimes y me digas que me amas mucho. Te extrañe hoy mi alfita.

Se abrazaron y rozaron sus narices en una caricia cómplice.

Se complementaban perfectamente.

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mi sunnie ᎓ sungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora